Diario de León

Feijóo va a por todo el centro político al dar por hecho que Sánchez rivalizará con Díaz

El PP se arma para un otoño caliente en el que no variará su estrategia de tender la mano al PSOE en políticas de Estado

Alberto Núñez Feijóo, en el congreso del PP de Extremadura. JERO MORALES

Alberto Núñez Feijóo, en el congreso del PP de Extremadura. JERO MORALES

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«Concluido el periodo de sesiones, y este pleno extraordinario, quiero agradecerles su colaboración y desearles a aquellos que puedan algunos días de descanso». La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, cerraba así el pasado jueves el curso político tras tres maratonianas jornadas parlamentarias en las que Pedro Sánchez volvió a demostrar su capacidad de resiliencia tras la derrota de su partido en las elecciones andaluzas con un giro a la izquierda que le acerca a sus socios y con el que trata de recuperar la iniciativa. Un volantazo que desmontan en la dirección del PP — «Como si alguna vez hubiese estado en el centro», ironizan—, que extrae como principal conclusión del debate sobre la nación que, al acercarse a los postulados de Podemos y «ocupar el espacio de Yolanda Díaz», el dirigente socialista deja vía libre en el centro al primer partido de la oposición.

Sin la opción de que Alberto Núñez Feijóo tomase la palabra —es senador y no diputado—, los populares no ejercieron un papel protagonista en la cita, pero tomaron nota de las catorce medidas de corte «populista» anunciadas por Sánchez; entre ellas y sobre todo, los dos nuevos impuestos a la banca y a las energéticas, que no parecen, apuntan en Génova, tan destinadas a cubrir las necesidades económicas del país como a garantizar la supervivencia parlamentaria del presidente. «No es justicia social sino hipocresía fiscal», criticó el viernes el líder del PP en los cursos de verano que organiza el partido. En la cúpula popular intentan rebajar la euforia de la Moncloa y señalan que el Gobierno «no ha salido cohesionado» del debate.

Entienden que con la adopción de demandas históricas del espacio a la izquierda del PSOE, Sánchez «ha renunciado a luchar con Feijóo y, ahora, su objetivo es Yolanda Díaz». Las fuentes consultadas interpretan que, tras el batacazo del 19 junio y con todas las encuestas a favor del PP, el líder socialista ha decidido pugnar por ese dominio electoral. De ahí, señalan, que Sánchez haya decidido lanzarse a hacer un «marcaje» sobre la vicepresidenta segunda para tratar de mermar, en lo posible, la nueva plataforma unitaria progresista, Sumar. «Ha visto que no puede quitarle votos al PP», remarcan en el equipo de Feijóo. Con Sánchez escorado a la izquierda, los conservadores creen disponer en el centro de un amplio caladero de votos para seguir la estela del histórico resultado obtenido en Andalucía, donde Juanma Moreno consiguió por primera vez una mayoría absoluta en el que fuera feudo socialista por excelencia. Un triunfo logrado después de que un 17,6% de los votantes que en los comicios de 2018 apostaron por Susana Díaz lo hiciesen esta vez por el PP. En total, unos 150.000 sufragios, según el CIS. Aunque Moreno también se valió del 71% de los votos de Ciudadanos de hace tres años y de un 33% de los de Vox para aquilatar sus 58 escaños.

Centrados en la economía

Una victoria que en Génova confían en replicar en las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo para allanar el camino de Feijóo hacia la Presidencia del Gobierno. Aunque en la dirección dan la legislatura por agotada, no esperan que Sánchez apriete el botón electoral antes de tiempo. «Tratará de resistir hasta el final», aseguran las fuentes consultadas. Sin embargo, hay quien cree en las filas conservadoras que el jefe del Ejecutivo podría forzar un ‘superdomingo’ para aprovechar el viento de cola de las municipales y que los alcaldes «le hagan la campaña». Sea como fuere la sala de máquinas del PP ya se ha puesto a funcionar con la convocatoria de los congresos regionales que quedan por poner en marcha —este fin de semana se han celebrado los de Extremadura y Murcia— mientras se preparan para un otoño caliente. En Génova defienden que la mayor parte de las medidas económicas aprobadas son meros «parches» que no atacan la raíz del problema y que incluso puede agravarlo porque alimentan el gasto y con ello la espiral inflacionista. Los expertos coinciden en que a la vuelta del verano vienen curvas y Feijóo y su círculo tienen claro que su oposición estará centrada a partir de septiembre en la economía como preocupación prioritaria de los españoles.

La intención del dirigente gallego es seguir tendiendo, como hasta ahora, la mano al Gobierno con ofertas de pacto y presentación de alternativas, sin que por el momento haya conseguido arrancar a Sánchez ningún acuerdo de Estado. Pese a mantener el contador a cero, los conservadores siguen apelando al entendimiento con los socialistas en cuestiones de Estado para apuntalar su «perfil centrista», como hicieron el jueves al abstenerse en la votación del decreto antricrisis aunque Moncloa «no se molestase» en negociar con ellos.

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