Los funcionarios del Estado sólo irán un día a la oficina

El teletrabajo ha llegado para quedarse. La Administración central, una estructura no muy dada a ello antes de la pandemia de la Covid-19, ha decidido tras un acuerdo con los representantes sindicales de CSIF, UGT y CIG que los funcionarios puedan trabajar desde casa hasta cuatro días a la semana si tienen niños o personas dependientes a cargo. Además, de forma general para las plantillas públicas se establece el teletrabajo como mínimo un día a la semana.

Este acuerdo «pionero» en la organización del trabajo y la conciliación, pero que ha sido rechazado por CC OO, entrará en vigor este domingo 21 de junio, cuando finaliza el estado de alarma, y se extenderá hasta que se ponga fin a la alerta sanitaria. La resolución establece que se priorice la atención telemática al publico en la Administración, y en caso de ser presencial solo se pueda acceder con cita previa.

Eso sí, el acuerdo firmado con el Ministerio de Política Territorial y Función Pública establece que el teletrabajo se trata de una modalidad «voluntaria y reversible», por lo que los trabajadores se pueden ir incorporando al puesto presencial progresivamente si así lo desean. La modalidad presencial se podrá compaginar con el teletrabajo hasta un 20% de la jornada semanal, es decir, que si ésta es de cinco días, cuatro serán presenciales y uno se podrá teletrabajar, según informaron este miércoles el ministerio, UGT y CSIF.

Dependiendo de la situación personal, el trabajador podrá acogerse a un modelo con mayor presencia del teletrabajo. Así, los funcionarios que tengan menores de 14 años, dependientes a cargo o patologías consideradas de riesgo por el contacto con el coronavirus podrán teletrabajar hasta un 80% de su jornada semanal, es decir, cuatro días a la semana y uno presencial si el contrato establece 5 días semanales.

El teletrabajo se articulará por el titular de cada centro directivo, en los puestos de trabajo cuya naturaleza lo permita y siempre que se garantice la correcta prestación de los servicios. Igualmente, esta modalidad se articulará en aquellas modalidades de jornada cuyo cumplimiento no requiera la presencia física.

CSIF valoró de manera «muy positiva» este acuerdo y considera que debería ser la base para el futuro acuerdo de teletrabajo que deberá regir las relaciones laborales una vez que concluya la pandemia. Además, considera que se trata de un acuerdo «pionero» en la organización del trabajo en España, así como en la conciliación de la vida familiar y laboral, que tendrá su continuación en la futura regulación del teletrabajo, que se empezará a negociar en julio con el equipo de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias.

En cambio, desde CC OO rechazaron el acuerdo por «la falta de regulación del teletrabajo, el recorte salarial» que supondrá para los empleados porque en la mayoría de los casos los equipos no son aportados por la Administración y la ausencia de una regulación sobre descansos y desconexión.

ASÍ SERÁ EL TRABAJO

Para hacer posible el teletrabajo, en los servicios de atención al ciudadano se priorizará la consulta telefónica y telemática. Y en caso de atención presencial será necesaria la cita previa, además de establecerse un control de aforo hasta que finalice la crisis sanitaria.

Se amplía el horario de apertura de los centros de trabajo hasta las 21:00 horas. Las reuniones se celebrarán mediante audioconferencia o videoconferencia. Se suspenderán todos los viajes de trabajo que puedan solventarse mediante llamada o videoconferencia. Los cursos de formación se realizarán por medios telemáticos. Se incentivará el uso de medios telemáticos en las pruebas selectivas. Las personas que presenten síntomas compatibles con coronavirus o que hayan tenido contacto estrecho con alguna que haya sido diagnosticada no se incorporarán a su centro de trabajo.