Gabilondo dice que Cs es la llave para romper el empate

La campaña electoral ha echado andar en Madrid con todos los partidos a la caza del voto de Ciudadanos. Según el barómetro del CIS de febrero, la formación de Inés Arrimadas, que atraviesa la peor crisis de su historia, tiene los electores menos fieles. Quien consiga hacerse con ese botín hará inclinar la balanza hacia la derecha o hacia la izquierda el próximo 4 de mayo. El PSOE lo sabe y ya ha comenzado a echar la caña para ver si pesca en el caladero naranja. «Hay un empate a votos entre los conservadores y los progresistas y el desempate está en manos de los votantes de Ciudadanos», afirmó su candidato Angel Gabilondo.

El socialista apeló a todos aquellos electores «desencantados» con el partido liberal y que quieran «cambiar» la situación de Madrid con un nuevo Ejecutivo que «no esté condicionado por la extrema derecha». Recordó que en 2019 él ganó las elecciones pero no pudo gobernar por el cordón sanitario que la entonces dirección naranja había levantado contra el PSOE.

Suma progresista

Gabilondo aboga por una suma de fuerzas progresistas que impidan un nuevo Gobierno de Isabel Díaz Ayuso al igual que Más Madrid. Tras negarse a ir en coalición con Unidas Podemos, los de Iñigo Errejón insisten en que ningún votante de izquierdas «puede tener miedo de que su voto» no vaya a servir para conseguir el cambio en la Puerta del Sol. Y al igual que los socialistas tienden la mano a los votantes de Ciudadanos que se hayan podido sentir decepcionados por haber sido «la muleta de la extrema derecha». «Están en juego muchas cosas», advirtió el número dos de la candidatura de Más Madrid, Pablo Gómez. El PP también confía en atraer a gran parte de los 625.000 madrileños que en las últimas autonómicas se decantaron por Ciudadanos. Aunque en su caso confían en obtener «la mayoría más grande posible» para gobernar en solitario. El portavoz nacional de los populares, José Luis Martínez Almeida, lamentó que la estrategia electoral de Pablo Iglesias pase por «intentar engañar» y crear «crispación» y le exigió tanto a él como al candidato a las primarias de Ciudadanos, Edmundo Bal, que abandonen su escaño en el Congreso antes de la cita con las urnas por «respeto y compromiso».

Feo, soso y formal

«Dicen que soy demasiado formal. Será porque el descaro y el insulto no me representan. Será porque no creo ni en el odio ni en la tensión. Será porque definitivamente no soy un político de marketing», ha aseverado el socialista.

Gabilondo se presenta «lisa y llanamente» como «un profesor» que cree en «el Madrid libre, el de los estudiantes, el de la Puerta del Sol que dice ‘no a la ultraderecha’, el Madrid del salto a la democracia, el Madrid del 15M, el Madrid de los balcones aplaudiendo a los sanitarios.