El Gobierno se afana en negar que vaya a aceptar el referéndum que le exige ERC

El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Patxi López, garantizó ayer «radicalmente» que el PSOE «no va a aceptar ningún referéndum de independencia» en Cataluña como el que ha vuelto a plantear ERC, a cuyo portavoz, Gabriel Rufián, recordó que el Código Penal sigue contemplando el delito de rebelión y que, igual que se hizo en 2017, también podría volver a aplicarse el artículo 155 de la Constitución.

Así se pronunció López en una rueda de prensa en la Cámara Baja tras las palabras de Rufián en las que el portavoz independentista había señalado que la reforma del delito de malversación que ha pactado con el PSOE está pensada para «futuros hechos» y «futuras generaciones» y no se ha negociado en base a la situación de los condenados por el ‘procés’.

«Este grupo, este partido y este gobierno no va a aceptar un ningún referéndum de independencia en Cataluña, si alguien pide un referéndum pondremos sobre la mesa el Estatut, si alguien viene a hablarnos de independencia pondremos sobre la mesa el Título VIII de la Constitución», sentenció el portavoz socialista.

López reconoció que la supresión del delito de sedición y la reforma del de malversación ha supuesto, «de alguna manera», la «conclusión» de la política desplegada por el Gobierno para recuperar la «concordia» en Cataluña, pero recordó que el Estado sigue contando con instrumentos para afrontar un eventual referéndum ilegal.

Citó en concreto el artículo 155 de la Constitución cuya aplicación pactaron el PSOE y el PP tras el referéndum de 2017, y también el delito de sedición. «Instrumentos tenemos; lo que no haremos será sentarnos, como hizo Rajoy», apuntó el portavoz socialista.

López se afanó en subrayar que el Gobierno ha tomado decisiones «arriesgadas» para devolver el conflicto catalán al terreno de la política desde el convencimiento de sólo debe recurrirse a los tribunales «en última instancia» y si es «absolutamente imprescindible».

«El Gobierno arriesga, toma decisiones políticas, pero lo que está haciendo funciona. Cataluña ya no es el primer problema de España, España no se rompe, en todo caso lo que se ha roto es el independentismo, que se ha quedado sin el argumento del victimismo», resumió López.

La reforma de los delitos de malversación y sedición en el Código Penal ha abierto un frente interno en el PSOE, cuyas críticas contra las decisiones de Pedro Sánchez suben cada día en decibelios. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el barón más crítico con la dirección del partido en estos momentos, dijo ayer sentirse «dolido» porque, señaló, «no es tolerable pactar con delincuentes su propia condena».

El barón socialista insistió en que «los delincuentes no están arrepentidos, sino marcando su hoja de ruta hacia la independencia» y anunció que presentará una iniciativa legislativa para «impedir» consultas «en las que unos pocos hablen en nombre de todos». Aunque no detalló la fórmula ni si esta propuesta llegará desde el ámbito autonómico o lo hará a nivel nacional.

En respuesta a estas palabras, la cúpula del PSOE trató de evitar entrar al choque. Desde el PP, su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, sí recogió, en cambio, el guante lanzado por el presidente de Castilla-La Mancha, e invitó a parte de los diputados socialistas a no apoyar esta reforma en el Congreso.