Diario de León

El Gobierno busca ahora el apoyo de la patronal para subir el SMI a mil euros

Los trabajadores que cobran el salario mínimo han perdido ya casi 350 euros de poder adquisitivo del año pasado

Yolanda Díaz a finales de enero, durante su viaje a Cataluña para intentar convencer a ERC de que apoyara la reforma laboral. QUIQUE GARCÍA

Yolanda Díaz a finales de enero, durante su viaje a Cataluña para intentar convencer a ERC de que apoyara la reforma laboral. QUIQUE GARCÍA

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Una vez que la reforma laboral ya ha sido aprobada en el Congreso (con polémica incluida), el Gobierno se pone manos a la obra para cumplir con otra de las grandes promesas de esta legislatura: subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para equipararlo al 60% del salario medio en 2023 y así alinearse con la recomendación que hace la Carta Social Europea.

El Ministerio de Trabajo ha convocado este lunes a sindicatos y patronal para abordar un nuevo alza. La negociación se prevé complicada, muy complicada, puesto que desde la Ceoe se muestran contrarios a otro aumento y sostienen que las empresas están aún en una situación muy delicada, ya que no se han recuperado de la pandemia de la covid-19.

En realidad debería tratarse de la crónica de una subida anunciada, puesto que tanto UGT como CC OO sostienen que en la negociación del mes de septiembre —cuando acordaron subirlo a 965 euros en un pacto del que la patronal se desmarcó— el Ejecutivo se comprometió a que en enero lo elevarían a 1.000 euros. Ahora buscará, por tanto, lograr atraer también a los empresarios.

De ser así, sería un incremento del 3,6%, que previsiblemente no servirá ni para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores más precarios del mercado de trabajo en 2022 y mucho menos para recuperar esos casi 350 euros que perdieron de capacidad de compra el año pasado.

Y es que la inflación sigue desbocada y el último dato publicado por el INE señala que los precios son ahora un 6% más caros que un año atrás. Y esta escalada sin freno del IPC, debido al encarecimiento de la electricidad y de los carburantes, no será tan temporal como en un principio se preveía y los expertos ya vaticinan que se mantendrá en niveles altos durante todo 2022.

Por eso el Banco de España habla ya de una inflación media del 4% e incluso los servicios de estudios como el del Banco Santander o CaixaBank la elevan hasta el 4,6% y 4,5%, respectivamente.

Así, el eslabón más débil del mercado laboral español volverá a perder poder adquisitivo en 2022. Y serán ya dos años consecutivos. En 2021 cabe recordar que el salario mínimo se mantuvo congelado en los 950 euros hasta el mes de septiembre, cuando se incrementó hasta los actuales 965 euros, apenas un 1,5%. Y la inflación media fue del 3,1%. Esto significa que los más de 1,5 millones de trabajadores que cobran el sueldo base —según estimaciones del Ministerio de Trabajo-—perdieron 337 euros en 2021.

¿Qué han hecho otro países en Europa? La mayoría han incrementado ya sus salarios mínimos y de forma mucho más generosa que el año anterior, cuando fueron más cautelosos por la pandemia. La subida media en los países comunitarios se sitúa en el 6% para 2022, es decir, bastante más elevada que lo que se pretende hacer en España, según datos de Eurostat.

Los mayores alzas en Europa se han registrado en los países del Este, donde cinco regiones lo han elevado por encima del 10% e incluso Hungría roza el 20%, debido a que estos estados tratan de converger sus salarios más bajos a los del resto de los socios. En el lado contrario, las grandes potencias han optado por la moderación y Alemania lo ha subido un 3,4% y Francia, un 3,1%. Nuestro país vecino, Portugal, lo ha aumentado un 6%.

Las diferencias en Europa son abismales, hasta el punto de que los trabajadores más precarios de Luxemburgo, que cobran 1.934 euros al mes (en 12 pagas), tienen unos ingresos que casi multiplican por siete a los de los búlgaros, que no llegan a los 300 euros.

España, después de haberlo incrementado más de un 30% en los últimos tres años, ha escalado posiciones y se sitúa como el noveno país de Europa con mejor salario mínimo. Sin embargo, si se cruza la frontera de los Pirineos, los trabajadores peor remunerados en Francia ganan casi 410 euros más que aquí.

En cualquier caso, hoy no se sabrá ni siquiera cuál va a ser la propuesta del Ministerio de Trabajo, que en la reunión se limitará a escuchar cuál es la posición de los sindicatos y la patronal, y tratará de tomar una decisión que sea respaldada por ambos.

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