Diario de León

El Govern recibe a los líderes del ‘procés’ el día que el rey, Sánchez y Aragonès abren el Mobile

El monarca llama a unir fuerzas, mientras el catalán honra a los presos y dice que la autodeterminación es inevitable

El presidente del Gobierno, Felipe VI y el presidente de la Generalitat, en la inauguración del Mobile World Congress. QUIQUE GARCÍA

El presidente del Gobierno, Felipe VI y el presidente de la Generalitat, en la inauguración del Mobile World Congress. QUIQUE GARCÍA

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Cinco días después de salir de la cárcel, indultados por el Gobierno central, los nueve presos del ‘procés’ fueron recibidos ayer con «honores» y con «todo el reconocimiento» por parte del Palau de la Generalitat y del Parlamento autonómico por haber estado dispuestos a ir a prisión «en nombre de Cataluña». A pesar de que han sido excarcelados en virtud de una medida de gracia del Ejecutivo central y no gracias a que Cataluña ya es independiente, el president los presentó como «víctimas de una injusticia» y como el referente de la lucha por la libertad. «Lo habéis dado todo» para que el pueblo de Cataluña pueda decidir su futuro, dijo en un acto solemne en la sede del Govern. Por esa razón cree que son un referente, obviando que se saltaron la ley y declararon la independencia contra más de la mitad de la población.

«No tenéis que pedir perdón por nada», les agradeció. «Algún día el Estado deberá pediros perdón», remató el vicepresidente, Jordi Puigneró. Aragonès se comprometió ante los nueve indultados a «perseverar» hasta hacer «inevitable» la amnistía y la autodeterminación. «Que nadie se equivoque», advirtió el presidente catalán, el objetivo de la república independiente es «irrenunciable». Lo dijo 24 horas antes de viajar a Madrid para reunirse por primera con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. De la cita, el Govern espera que salga la fecha para la reanudación de la mesa de diálogo, aparcada desde febrero de 2020.

Sánchez reclamó ayer a Aragonès que aparque las reivindicaciones soberanistas porque de lo contrario la mesa de diálogo no podrá avanzar, pero él le contestó que siguen «empeñados en conseguir la independencia». La respuesta también iba en clave interna, pues sus socios de Junts tienen la mosca detrás de la oreja por los movimientos de ERC (incluso insinúan que los republicanos han podido pactar renuncias a cambio de los indultos) y le presionan para que no convierta la mesa de diálogo en un foro de negociación de traspasos autonómicos. Aragonès reclamó a Sánchez que ponga fin a la «ofensiva judicial» del Tribunal de Cuentas y avisó que con los indultos «no se acaba nada» ya que la solución al conflicto solo pasa por un referéndum sobre la independencia. «Volveremos a vencer», se conjuró ante los presos. Haciendo gala de una presidencia poliédrica, Aragonès por la mañana dio los primeros pasos para restablecer una cierta normalidad institucional, coincidiendo con el rey y con el presidente del Gobierno en la inauguración del Mobile World Congress, y por la tarde elevó la retórica soberanista en el homenaje a los presos. Por segundo día consecutivo, el president hizo gestos de distensión, tras haber compartido mesa y mantel con Felipe VI y Sánchez el día anterior, pero al mismo tiempo protagonizó un nuevo desplante al jefe del Estado, al que se negó a recibir a la entrada del recinto ferial, antes de inaugurar el salón tecnológico. El monarca pidió unir fuerzas.

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