Grande-Marlaska defiende la ‘patada en la puerta’

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, defendió ayer en el Congreso la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en dos asuntos polémicos durante la pandemia, la llamada patada en la puerta frente a las fiestas en domicilios particulares o la lucha contra los bulos en redes sociales e internet. Además, reveló dos datos preocupantes durante el tercer estado de alarma, desde octubre hasta mayo: el fuerte incremento de los delitos contra la intimidad, de estafa y las agresiones sexuales.

Sobre los dos primeros asuntos, Grande-Marlaska afirmó que «a nosotros, a diferencia del Gobierno anterior, no damos instrucciones ilegales», en referencia implícita a la investigación de la operación Kitchen en la Audiencia Nacional, que afecta a la anterior cúpula de Interior con el PP. En su comparecencia ante la Comisión de Interior (la cuarta en esta legislatura), el titular de Interior recordó que la polémica actuación en un piso del centro de Madrid, donde se estaba celebrando una fiesta pese a las restricciones en vigor, es un «asunto judicializado», después de que la Audiencia Provincial haya pedido investigar si los agentes se sobrepasaron en sus funciones al abrir a la fuerza la puerta en su intervención del pasado 21 de marzo.

«Por respeto a la separación de poderes, creo que no es conveniente entrar a realizar ninguna valoración más sobre este asunto en sede parlamentaria», comentó el ministro después de subrayar que «no existe ninguna instrucción ni recomendación de ningún tipo» para actuar ante este tipo de fiestas ilegales cuando estuvo vigente el estado de alarma.

En respuesta a las diversas solicitudes de comparecencia, Grande-Marlaska defendió otras políticas durante la pandemia como el rastreo de redes sociales para detectar bulos relacionados con «informaciones falsas sobre la enfermedad o los intentos de estafas a colectivos vulnerables».

Tras las polémicas declaraciones de un mando de la Guardia Civil en una rueda de prensa en Moncloa, el ministro reiteró que la «vigilancia digital es una labor imprescindible que no busca limitar la libertad de expresión de nadie». En este sentido, dijo que entre octubre de 2020 y mayo de 2021 se han detectado unos 264 eventos de desinformación que han dado lugar a 209 notas informativas, 1.194 comunicaciones y 537 informes durante la pandemia. También citó el importante incremento de las estafas en un 29,4%, los delitos contra la libertad un 36,6% y las agresiones sexuales en un 20,6%.

Grande-Marlaska destacó el «descenso notable» de más de un 70% en el número de identificaciones en este tercer estado de alarma si se compara con el segundo o el primero, aunque sin entrar a valorar en detalle el procedimiento de sanciones por el que se impusieron más de un millón de multas.