Interior acerca a la exjefa de ETA ‘Anboto’ a una cárcel del País Vasco
Instituciones Penitenciarias, como cada viernes salvo contadas excepciones, anunció ayer otros cuatro acercamientos de presos de ETA, todos con delitos de sangre. Entre los movimientos dispuestos por el Ministerio del Interior, destaca el traslado a la cárcel alavesa de Zaballa de la que fuera jefa de la banda terrorista María Soledad Iparraguirre, ‘Anboto’. Se encontraba en Madrid por razones judiciales y en calidad de presa preventiva. Le quedan por delante, al menos, media docena de juicios en España.
El número de movimientos de reclusos etarras llevados a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez es de 232, que se corresponden con 192 internos.
Según los datos que baraja la Asociación Víctimas del Terrorismo, quedarían solo por trasladar nueve presos: seis están en centros penitenciarios de Andalucía, uno en Murcia y dos en Castellón.
MANCHADOS DE SANGRE
La lista de esta semana la encabeza la que fuera jefa de ETA María Soledad Iparraguirre. ‘Anboto’ ha sido condenada recientemente por el asesinato del cartero de la localidad alavesa de Amurrio Estanislao Galíndez, así como por ordenar el atentado en 1995 contra los policías nacionales Rafael Leiva y Domingo Durán, que vigilaban la entrada de las oficinas del DNI en Bilbao, y por otro perpetrado contra una entidad bancaria de Getxo poco antes. También fue condenada a 122 años de cárcel por ordenar y facilitar material para acabar con la vida del comandante del Ejército de Tierra Luciano Cortizo. Este último fue el primer caso por el que fue juzgada, el pasado verano, en la Audiencia Nacional tras ser entregada por Francia, donde ha cumplido varias condenas. Aún le aguardan al menos seis juicios en España.
EL DOLOR DE LAS VÍCTIMAS
«No entendemos cómo una terrorista con su historial delictivo y con varias causas aún pendientes vaya a ser acercada a su familia sin haber colaborado con la justicia y sin mostrar ningún tipo de arrepentimiento, algo que ya hemos podido comprobar en primera persona en sus últimos juicios», censuraron desde la AVT.