Diario de León

PARRICIDIO EN CUENCA

Los investigadores creen que la guardia civil mató a sus hijas como venganza

La agente, separada, pretendía llevarse a las niñas a Algeciras, pero su expareja se oponía

Imagen de la concentración de ayer en la Quintanar del Rey. JOSÉ DEL OLMO

Imagen de la concentración de ayer en la Quintanar del Rey. JOSÉ DEL OLMO

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Los investigadores de Policía Judicial albergan pocas dudas: la agente de la Guardia Civil, Paola B.C. y de 42 años, mató a primera hora de la mañana de este jueves a tiros a sus dos hijas de 9 y 11 años, supuestamente mientras dormían, como venganza a su exmarido, ya que éste se oponía radicalmente a que la mujer se llevara a las menores consigo de Cuenca a Algeciras, donde la funcionaria pretendía tras trasladarse tras completar el divorcio. Los primeros análisis apuntan a que la guardia disparó a bocajarro contra las pequeñas con su arma reglamentaria y después se suicidó con la misma pistola en la vivienda oficial del instituto armado que ocupaba en la casa cuartel de Quintanar del Rey (Cuenca), donde era la única mujer guardia.

Según fuentes de la investigación, la agente estaba en trámites de divorcio del padre de las niñas en un proceso que no estaba siendo amistoso y en el que la custodia de las pequeñas estaba en el centro del enfrentamiento. La supuesta asesina, natural del Algeciras, quería mudarse con las pequeñas a esa ciudad gaditana, donde trataba de pedir destino y donde vive buena parte de su familia. Sin embargo, su todavía marido, Santiago, de 47 años, natural de Quintanar, se había opuesto en los tribunales a que las niñas se mudaran a Cádiz.

Sin bajas psicológicas
La mujer no había presentado en los últimos días conductas anómalas ni bajas psicológicas

Por ello, los investigadores creen que el móvil del doble asesinato haya podido ser una suerte de venganza hacia su marido, de profesión albañil, y que desde la separación de ambos, hace ahora un año, no residía en el acuartelamiento.

De acuerdo con estas mismas fuentes, la guardia no había presentado en los últimos días «conductas anómalas» ni constan bajas recientes por motivos psicológicos. Se da la circunstancia que la agente, destinada a Seguridad Ciudadana, era la responsable de los asuntos y denuncias de violencia de género en el cuartel de Quintanar.

Dos disparos a corta distancia

Los hechos sucedieron poco después de las 7 de la mañana de este jueves, cuando se escucharon cinco disparos provenientes del pabellón donde se encuentran las viviendas de los guardias. Un compañero de Paola B.C., que ya estaba extrañado por el hecho de que la agente no hubiera acudido a su puesto de trabajo, se dirigió directamente a la casa de la agente. Tras tocar a la puerta y no obtener respuesta ha forzado la cerradura de la vivienda oficial.

Allí se topó de bruces con un «escenario dantesco», en palabras de los propios investigadores. El cadáver de la agente, en medio de un charco de sangre, todavía portaba en su mano derecha su arma reglamentaria. En una de las habitaciones , los cuerpos sin vidas de las dos niñas presentaban sendos disparos realizados a «corta distancia», según la primera inspección ocular.

Hasta el cuartel se desplazaron unidades de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la propia Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca para hacerse cargo de la investigación, que recayó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Motilla del Palancar. Este suceso ha conmovido a esta pequeña localidad conquense de poco más de 7.500 habitantes. En Quintanar, donde se decretaron tres días de luto, están destinados once guardias, un cabo y un sargento. La mayoría de ellos viven, junto a sus familias, en el acuartelamiento del número 47 de la Carretera de Villagarcía del Llano.

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