La súplica del carbón

El mitin central de la campaña del PP, descafeinado a última hora por la baja de Soraya Sáenz de Santamaría tras justificarse en que estaba afónica, lo abrieron a huevazos los mineros a la puerta y lo remataron ya dentro del Auditorio. Fue allí, entre centenares de candidatos y militantes, donde el carbón tiznó el acto, justo cuando el presidente provincial de los populares, Eduardo Fernández, agitó la concurrencia. «Un huevo no es más que la metáfora de los que le hemos echado nosotros en defensa de la minería. ¿Dónde estaban todos estos en 2010 cuando Zapatero firmó con Almunia el cierre de la minería?», arengó. Y, entonces, en mitad del aforo en el que se habían camuflado, impolutos los zapatos, vestidos con camisa bajo la que esconder las camisetas reivindicativas, se levantaron dos espontáneos para increparle, mientras un tercero se encaminaba al estrado para suplicar «con el corazón en la mano» que le dejaran «hablar 5 minutos».

No los tuvo José Luis San Juan, picador de la Hullera Vasco Leonesa desde hace 17 años, conocido entre los compañeros como «el a su aire». No pudo hablar ni en público ni en privado después, como le prometieron para que abandonara el escenario. Pero su presencia ya había marcado el acto en el que el candidato a la Junta, Juan Vicente Herrera, levantó su alegato de defensa para reclamar a los aspirantes de su partido a las elecciones municipales que pidan el voto «con orgullo y respeto a las familias de los mineros de León». «Eso será bueno para el futuro de esas familias que ahora están pendientes. No os avergoncéis, repetir conmigo muy claro: van a seguir necesitándonos el próximo lunes y, sobre todo, van a seguir contando con nosotros el próximo lunes».

Herrera, con el mitin reventado por la crisis del carbón que tiene a las empresas leonesas en ERE, recalcó que «por muy mal que los desmemoriados dejaran la situación en el año 2010, por muy cerrada que esté en los planes y en las directivas europeas en 2014 y 2018, España no puede, ni debe tirar la toalla respecto de lo que es una política incoherente en el seno de la Unión Europea». «Nunca se ha visto que con fondos públicos se apoye a sectores económicos para que sean rentables o para que hagan inversiones y que se les exija al finalizar ese periodo que devuelvan esos fondos y esas ayudas o cierren», criticó el candidato del PP, quien insistió en que su partido debe hacer que «España, con conocimiento y con sentimiento» dé «la batalla y encuentre alianzas en Europa, de la mano de polacos, alemanes, griegos o franceses, que pueden ser unos buenos aliados en esa lucha».

Lucha frente a la UE

El candidato de los populares, ya calmado el auditorio en el que se habían alzado gritos de «fuera, fuera» a los mineros espontáneos, abundó en que esa guerra «hay que ganarla, como se han ganado otras, como por ejemplo en la agricultura, que hace veinte años era considerado un sector en decadencia». Herrera invocó aquel ejemplo de cuando «Europa cayó en la cuenta que por razones elementales de soberanía, de alimentación, de suministro, tenía que tener una política agraria que apoyara a sus agricultores y a sus ganaderos», para insistir en que «el futuro del carbón nacional debe tener un reconocimiento en un modelo español que sea moderno, autosuficiente, que permita mantener la actividad en las minas». «El Ministerio de Industria, al que yo critico tanto, logró en octubre de 2013 un acuerdo con los agentes sociales y económicos del carbón para arbitrar un mecanismo de pura inteligencia. Las térmicas están cerca de las minas porque unas y otras se retroalimentan», concedió.

A pesar de estas consideraciones el problema «está bien orientado», el candidato del PP para revalidar la presidencia de la Junta admitió que «es de lógica aplastante lo que están pidiendo los mineros y las empresas, que mientras todo eso se articula», pregunten «cuándo va a comprarse carbón y va a haber actividad, cuánto se va a comprar a cada empresa...». «Dentro de dos semanas ya no hay previsión de trabajo. Hace falta un poco de sensibilidad», reconoció.

Guía de candidatos

Aunque monopolizada por el carbón, la intervención de Herrera sentó las guías para la petición del voto en las últimas horas, «sin confiarse». «Crecimiento y empleo, servicio públicos y cohesión social, comunidad a través del municipalismo y calidad en la actividad de los políticos y de las administraciones», desgranó Herrera para insistir a sus candidatos en que deben trasladar a los ciudadanos que «esos son los mimbres para el mejor proyecto político para Castilla y León, que es el que representa el PP». «Somos gente normal entre gente normal y por encima de todo están los intereses de los castellanos y leoneses», lanzó como resumen.

Dentro del catecismo de petición del voto, el candidato del PP recordó a los suyos que deben hacer ver que les correspondió «la grandeza de gobernar en tiempos difíciles», porque «si gobernar es decir muchas veces no y algunas que sí, en tiempos de crisis es casi siempre que no». «Eran imprescindibles las medidas y nos pasarán una parte factura porque eran decisiones contradictorias con lo que prometimos», subrayó Herrera, quien resolvió que a los ciudadanos se les debe convencer de que «ese voto de hace cuatro años se ha utilizado para recuperar la buena dirección».

Tuvo tiempo aún para alabar a Silván, «el mejor de los leoneses que están en las filas del PP» y al que atribuyó «la misma cualidad que tenía Santa Teresa de Águeda, la bilocación, para estar en dos sitios a la vez, donde hay necesidades». «Hay que votar a Silván en el Ayuntamiento y en las Cortes», animó, sin perder la ocasión para augurar que el PSOE, que «se marchó dejando la crisis envuelta con un lazo como el que ponen con las canelas», que «no se va a comer un colín», y para atacar a las «marcas blancas», sobre todo a Ciudadanos, porque «no se puede construir desde la improvisación».