Diario de León

La ministra Robles mantiene en Malí al Ejército pese a la desbandada europea

La misión militar, que cuesta a España cien millones anuales, lleva cuatro meses suspendida

Margarita Robles ayer, durante su visita al Cuartel General de la División ‘San Marcial’ en Burgos. SANTI OTERO

Margarita Robles ayer, durante su visita al Cuartel General de la División ‘San Marcial’ en Burgos. SANTI OTERO

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El contingente español desplegado en la misión europea de entrenamiento en Malí (EUTM-Malí), formado por 421 efectivos y con un coste superior a los 100 millones de euros en 2021, se mantiene acuartelado en Bamako y Koulikoro, al norte de la capital, a la espera de que la Unión Europea aclare su horizonte tras la suspensión de las actividades decretada en abril pasado por la inestabilidad política en el país.

En estos cuatro meses de suspensión se han replegado los militares españoles presentes en otras zonas calientes de Malí para instruir a las unidades locales. Además, la presencia total de efectivos se ha reducido un tercio, al pasar de 600 a los 421 de la actualidad tras la rotación de seis meses que tuvo lugar en junio pasado. De igual modo, en las bases de Koulikoro y Bamako, en donde se encuentra la unidad de helicópteros de apoyo al transporte, se han tenido que redefinir las tareas para mantener activa a la tropa mientras persiste el parón técnico de la misión.

Pese a este escenario de incertidumbre, el ministerio dirigido por Margarita Robles no contempla tomar el mismo camino que han emprendido Francia y Alemania de abandonar Malí, pese a que el tiempo pasa y el coste del despliegue militar continúa. La pregunta es hasta cuándo. Y la respuesta, según las fuentes militares consultadas, la tiene Bruselas y su alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, que de momento se mantiene en la indefinición.

Hace dos meses, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante general Teodoro López Calderón, expuso en un acto por el 40 aniversario de la entrada de España en la Otan la situación de la operación africana. «Después de la salida de Francia, y ante la negativa del Gobierno maliense de aceptar los puntos que la UE puso para continuar con la misión, la propia UE ha decidido no continuar con el entrenamiento a nivel táctico de las unidades puesto que no ha habido un compromiso firme de que esas fuerzas no iban a ser utilizadas luego por Wagner», el grupo de paramilitares rusos que opera en el país gracias a la alianza con la junta militar golpista del coronel Assimi Goita.

Se mantiene, eso sí, el asesoramiento y la formación de alto nivel de las estructuras del Ministerio de Defensa y el Estado Mayor maliense. Mientras tanto, añadió el Jemad, «la UE está haciendo una revisión estratégica de la misión para dotarla a esta nueva realidad, una reconfiguración que supondrá una reducción importante de nuestra aportación y la del resto de socios».

«Zona de interés estratégico»

La deriva de EUTM-Malí se debe a la inestabilidad política del país de la región del Sahel y a la citada injerencia de Rusia, que llevaron a Bruselas a congelar los objetivos de la operación, iniciada en 2013 para instruir a las Fuerzas Armadas malienses. Pese a que el Sahel es una zona de «interés estratégico» para la la Otan y el terrorismo yihadista, la «amenaza asimétrica más directa para sus ciudadanos», países como Francia o Alemania han sido más drásticos.

Ayer, por ejemplo, París sacó a los últimos efectivos que combatieron a los grupos yihadistas en el desierto sahariano. Las promesas incumplidas de la junta militar maliense de convocar elecciones inmediatas —se han dado un periodo de dos años— aceleraron su salida. Alemania, la otra potencia comunitaria, también anunció el traslado de sus 300 efectivos desde EUTM-Malí a la misión de la ONU Minusma, con 15.000 ‘cascos azules’. Aunque el interés de Berlín es reforzar el destacamento presente en la vecina Níger, donde tienen desde 2017 la operación Gazelle, similar a EUTM.

Así las cosas, sin franceses y sin alemanes, el mayor contribuyente en Malí junto a los españoles, la misión europea está abocada a su final si continúa esta desbandada. Ello pese a que se ha prorrogado hasta mayo de 2024. En todo caso, Bruselas considera la situación actual «temporal» y el Ejército español ya prepara la rotación de noviembre y la asunción del liderazgo de la misión.

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