Diario de León

Seis muertos al precipitarse un autobús desde 30 metros a un río en Pontevedra

En el accidente en Nochebuena sólo pudieron ser rescatados con vida el conductor y una pasajera

El autobús, visto desde el puente por el que se precipitó. GUARDIA CIVIL

El autobús, visto desde el puente por el que se precipitó. GUARDIA CIVIL

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Seis personas han muerto tras la caída de un autobús al río Lérez a su paso por Pedre, en Pontevedra. El fatal accidente tuvo lugar pasadas las nueve de la noche de Nochebuena, cuando un autobús de la empresa Monbus de la línea regular entre Lugo y Vigo se precipitó desde unos 30 metros al río a la altura del kilómetro 67,5 de la N-541, en la villa de Pedre. En el vehículo viajaba un grupo que había acudido a visitar a sus familiares a la prisión de Monterroso. En un primer momento no se pudo precisarse cuántos viajeros iban en el autobús, aunque ayer la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, confirmó que eran ocho pasajeros y el conductor.

Ayer a media tarde, tras la recuperación de un sexto cuerpo sin vida, se dio por concluido el operativo de rescate, con la duda aún en torno a si habría o no un octavo pasajero. Desde un principio, se trabajó con la tesis de que en el autocar iban nueve personas por la declaración que realizó el conductor poco después de ser rescatado con vida. Sin embargo, con el paso de las horas, y ante la falta de denuncias de desaparición por parte de los familiares, empezó a tomar fuerza la posibilidad de que en el autobús hubiera siete pasajeros y no ocho.

El conductor —de 63 años y que dio negativo en alcohol y drogas— y otra mujer fueron los únicos que pudieron ser rescatados con vida por los bomberos que se personaron en la zona del siniestro. El operativo, cuando ya se habían recuperado dos cuerpos sin vida, tuvo que detenerse por el mal tiempo, la escasa visibilidad y la imposibilidad de acceder al interior del vehículo, que ayer continuaba metido en el río, que baja con mucha fuerza debido a las intensas lluvias de los últimos días.

Ayer por la mañana, cuando pudieron reactivarse las labores de rescate con ya más medios logísticos, se recuperaron los cadáveres de otros cuatro pasajeros. Hoy, de nuevo, con las primeras luces del día se volverá a inspeccionar la zona.

El rescate durante la noche de Nochebuena fue complicadísimo y no lo fue menos ayer. El autobús se precipitó desde una altura de unos 30 metros al río Lérez. La fuerza del agua y la oscuridad de la noche hacían imposible entrar en el autocar.

El primer rescate fue el del conductor gracias a una línea de vida (un dispositivo empleado por los bomberos que permite la sujeción en lugares elevados). También en ese momento se pudo sacar del interior a una pasajera. Ambos fueron trasladados, con heridas leves, al Hospital Clínico Universitario de Santiago y al de Montecelo, en Pontevedra.

Llamada desde dentro

Pasaban menos de 20 minutos de las nueve de la noche de Nochebuena cuando se dio el primer aviso del accidente. Un conductor alertó de que la barrera del puente, a la altura del kilómetro 67,5 de la N-541 que une Lugo y Vigo, en la villa de Pedre, estaba totalmente destrozada. Hablaba de la posibilidad de que un vehículo se hubiera precipitado al río. Las malas condiciones del tiempo y una noche cerrada le impidieron ver nada. Pero aun así se activaron los protocolos de rescate.

Hasta la zona se movilizaron Bomberos del Deza, GES de A Estrada, Urgencias Sanitarias de Galicia-061, Protección Civil de la localidad, Guardia Civil de Tráfico, personal de mantenimiento del Ministerio de Fomento como titular de la vía y, en prealerta, los Bomberos de Pontevedra, que, poco después, se unieron al dispositivo.

La sospecha no tardó en confirmarse. Un autobús había caído al río Lérez, contó desde propio vehículo uno de los ocupantes que llamó al 112. La situación era crítica, porque comenzaba a entrar agua en el habitáculo. El pasajero confirmó que se trataba de un autobús de Monbús, que realizaba el trayecto Monterroso-Vigo y que llevaba entre seis y ocho ocupantes.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se desplazó al mediodía al lugar del accidente, acompañado por el vicepresidente segundo, Diego Calvo. Rueda agradeció el trabajo de los efectivos de rescate que trabajaron en el operativo y avanzó que el equipo de psicólogos expertos en catástrofes se había unido al dispositivo para prestar asistencia a los familiares. «Es tremendo siempre tener que hablar de un accidente así, pero en estas fechas es mucho más dantesco», dijo.

Jorge Cubela, alcalde de Cerdedo-Cotobade, lamentó también la tragedia «en la noche más entrañable del año». Agradeció a su vez la labor de los efectivos de rescate, que «trabajaron a destajo para poder rescatar al mayor número de personas» y explicó que el punto donde se produjo el accidente es una recta que en principio no presenta un especial peligro, «aunque empoza un poco de agua al principio».

Las primeras hipótesis, a falta del atestado que elabore la Guardia Civil, apuntan a que el mal tiempo pudo ser el causante del accidente.

El autobús, ya se sabe, permanecerá aún un tiempo en el cauce del río, hasta que se compruebe que el puente está en disposición de soportar el peso de dos grúas, necesarias para alzarlo desde unos 30 metros.

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