Diario de León

investidura fallida

Pablo Iglesias tiende la mano al PSOE para intentar una nueva investidura

El líder de Podemos asegura estar dispuesto a volver a negociar, aunque exige «respeto».

Sánchez y Pablo Iglesias

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Al margen de un intento a la desesperada con la renuncia al Ministerio de Trabajo y consciente de que la investidura era insalvable, Pablo Iglesias empleó buena parte de los cinco minutos de su intervención desde la tribuna del Congreso en denunciar la falta de respeto de los socialistas con quien, se supone, es su «socio preferente». El mismo Podemos que, recordó, apoyó la moción de censura a Mariano Rajoy sin pedir contraprestación alguna. No ha gustado nada en la formación morada que el lunes, mientras negociaban con ellos, Pedro Sánchez solicitara las abstenciones de PP y Ciudadanos. Mucho mesos que, con las negociaciones rotas, el PSOE filtrara los documentos que se intercambiaron los grupos de trabajo de cada partido. El líder de Podemos coincidió con otros portavoces en criticar a los socialistas por la parsimonia con la que han llevado las conversaciones para alcanzar un Gobierno de coalición. «Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se querido en 80 días», se quejó.

Y ante las acusaciones de ambicionar cuotas de poder imposibles, Iglesias destacó que su formación reclama «competencias, no sillones». Las quiere, detalló, para lograr la igualdad retributiva entre hombres y mujeres, para implantar la educación gratuita entre los 0 y 3 años, para frenar las privatizaciones sanitarias o para bajar las tasas universitarias y aumentar las becas. Podemos ha hecho muchas cesiones para alcanzar el Gobierno de coalición, continuó Iglesias. Según enumeró, empezó por renunciar a los ministerios denominados de Estado, después prometió lealtad respecto al conflicto en Cataluña y, por último, incluso aceptó algo «sin precedentes» en democracia: el veto a que un líder político —él mismo— entrase en el Consejo de Ministros.

Pese al malestar con Sánchez y el PSOE, el secretario general de Podemos aseguró que está dispuesto a retomar los contactos para afrontar con garantías una nueva investidura. «Le vuelvo a tender la mano. No lleve a los españoles a unas elecciones y negocie con nosotros desde el respeto», le dijo al presidente en funciones. Fue un mensaje en el que después abundó la portavoz adjunta de la formación morada. «Nosotros -apuntó Ione Belarra- vamos a responder con mano extendida para llegar a ese acuerdo que esperan y desean todos los votantes de los partidos de izquierdas». No se le puede reprochar a Podemos de que no avisara de que estaba dispuesto a tumbar el primer debate de investidura. De hecho, su secretario general ya afirmó en distintas ocasiones y en referencia a Sánchez que los malos estudiantes deben buscar la revalidad en septiembre. También que llegar a la votación clave sin los apoyos asegurados por adelantado era una temeridad. De hecho, el candidato socialista solo ha logrado los síes de sus diputados y del único representante del Partido Regionalista de Cantabria. El problema para buscar esta segunda oportunidad en las próximas semanas está en que las relaciones entre el PSOE y Podemos han regresado de una tacada a su peor momento, justo cuando Iglesias tumbó la investidura de Sánchez en marzo de 2016, cuando el líder socialista intentó sacar adelante una coalición con Ciudadanos y Albert Rivera como vicepresidente.

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