El plan de ahorro rebaja un 3,7% el consumo y Sánchez prepara medidas para llegar al 7%
La ministra Ribera estima que la excepción ibérica para topar el precio del gas ha ahorrado ya 1.383 M€ a los españoles
Pedro Sánchez durante su visita a las obras de la nueva carretera de La Palma. FERNANDO ALVARADO
El plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno cumplió ayer una semana con los nuevos límites a las temperaturas y el apagón de escaparates y edificios públicos desocupados desde las diez de la noche. Y las primeras estimaciones del Ejecutivo apuntan a que, al menos en parte, la sociedad española está haciendo los deberes.
Según detalló ayer la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, entre el 8 y el 14 de agosto la demanda eléctrica nacional cayó un 3,7% respecto a la semana anterior. Datos que hay que analizar con cautela, al impactar en su evolución otras variables distintas al propio plan de ahorro, como la ola de calor (que invitaría a un aumento del uso del aire acondicionado) o el hecho de que muchos ciudadanos estén de vacaciones (que en principio generaría un menor gasto energético en los hogares).
Pese a que los expertos anticipan que hay que esperar unas semanas más para valorar el verdadero impacto de las medidas, Ribera explicó que la tendencia ha sido «extraordinariamente positiva en términos de compromiso y esfuerzo de la sociedad». Y aseguró que la moderación del consumo experimentada está en línea con las previsiones del Ejecutivo. No obstante, el descenso supone la mitad del compromiso adquirido con Bruselas para conseguir una rebaja del 7% de aquí a la próxima primavera. Por eso, habrá nuevas limitaciones en septiembre como el cierre de puertas en los comercios para evitar el despilfarro energético.
Ante la posibilidad de sumar nuevas medidas después del verano, la vicepresidenta tercera dejó claro que en ningún caso habrá restricciones energéticas para los hogares ni para la industria, como sí ocurre ya en otros países. «Entre otras cosas, porque sería muy difícil de controlar», matizó. Además, aseguró que el objetivo del Gobierno es reducir el consumo de energía «redundante», como es el caso de los edificios vacíos. Así que cualquier medida que esté por llegar iría en esa dirección.
Ribera aprovechó este punto para criticar a la oposición política, en clara referencia al PP. «No vale hablar de medidas de dentro de 20 o 30 años ni mirar al pasado. No vale criticar siempre. Y no vale buscar un problema para cada una de las soluciones», insistió.
Durante su intervención ante los medios desde la isla de Menorca, la ministra también actualizó los datos de la denominada ‘excepción ibérica’ por la que hace ahora dos meses entró en vigor el tope a los precios del gas, con el objetivo de reducir el impacto que la subida de precios en los mercados mayoristas ha tenido en la factura final de los consumidores. Este mecanismo fija un precio máximo del gas natural de 40 euros por megavatio hora (MWh) en los seis primeros meses para, posteriormente, iniciar un incremento mensual de cinco euros hasta la finalización de la mediad. Pues bien. Según detallan desde el Ministerio, los españoles se han ahorrado ya 1.383 millones de euros desde su entrada en vigor. Una cifra que equivale a un ahorro de 22 millones al día.
La aplicación de la excepción ibérica favoreció que entre el 15 de junio y el 17 de agosto el precio medio del gas en el mercado mayorista se situase en 143 euros/MWh, cifra a la que luego habría que sumar el coste del ajuste para pagar el gas de la generación eléctrica. Es decir, el precio de la compensación diaria a las gasistas que tiene que ser abonada por los consumidores beneficiarios de la medida, los de la tarifa regulada (PVPC) o los que, a pesar de estar en el mercado libre, tienen una tarifa indexada.
El Gobierno defiende que incluso si se tiene en cuenta ese añadido, el dato refleja la efectividad del mecanismo. Sobre todo si se compara con el coste asumido por otros países como Francia, donde el precio medio en el mismo periodo se ha situado en 378 euros/MWh. En Italia la cifra alcanza los 422 euros/MWh, mientras que en Alemania ronda los 319 euros/MWh. «Hoy, toda Europa tiene un precio superior a los 500 euros», indicó Ribera.
De hecho, la ministra recordó que los contratos de futuros también evidencian un menor impacto de los precios sobre el recibo final de cara a la recta final del año. En concreto, el precio a futuro en España se mueve en el entorno de los 158 euros, mientras que en Francia ronda los 375 euros y en Alemania supera los 518 euros.