Podemos ataca a Calviño y acusa a la nº2 de impedir que se derogue la reforma laboral

La reforma laboral ha vuelto provocar un choque entre los dos socios de la coalición de Gobierno hasta el punto de que Unidas Podemos pidió ayer al PSOE una reunión de la mesa de seguimiento del pacto al creer que se está produciendo un incumplimiento «grave».

Superadas hace unas semanas las fricciones que se produjeron entre ambos durante la negociación del proyecto de Presupuestos de 2021, entre otras cosas por la regulación de los alquileres, ahora ha sido la reforma laboral la que ha desencadenado la tensión. Considera Unidas Podemos que la vicepresidenta primera y número 2 del Gobierno, Nadia Calviño, se está entrometiendo en el proceso para reformar el mercado laboral, cuando creen que es una competencia exclusiva del Ministerio de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz.

No es lo que opina Pedro Sánchez, quien desde Bruselas tuvo que dejar ayer claro que la reforma del mercado de trabajo es estructural y afecta al menos a cinco ministerios, Trabajo, Economía, Seguridad Social, Educación y Hacienda.

No se trata por tanto, dijo, de ninguna «intromisión» por parte de Calviño —a la que no citó expresamente—, sino de «colaboración y coordinación» del Ejecutivo para sacarla adelante.

Según explicaron fuentes del Ministerio de Trabajo, Calviño está intentando ser quien coordine todo el proceso que debería culminar con la derogación de la reforma laboral del PP de 2012, tal como contempla el acuerdo de gobierno de coalición.

En una rueda de prensa en Bruselas, el presidente no habló ahora de derogar la reforma laboral del PP, término que utilizó en el congreso de Valencia, sino de «actualizar las normas laborales» para corregir los déficit que, a juicio de Sánchez, causó aquella en materia de precariedad o empleo, y también para promover la competitividad de las empresas o modernizar la negociación colectiva.

Al presidente del Gobierno le respondió ayer el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que considera que la «injerencia» de Nadia Calviño en el diálogo social en detrimento de Yolanda Díaz para derogar la reforma laboral trata de impedir precisamente esa derogación. «En contra de lo que prometió el presidente», denunció Echenique.

Otra de las quejas de Unidas Podemos, y en la que el presidente Sánchez no entró, fue sobre las afirmaciones de la vicepresidenta primera al asegurar que la negociación estaba en un momento preliminar, cuando el diálogo social lleva en marcha desde el 15 de marzo.

Pedro Sánchez se limitó a afirmar que el acuerdo de investidura y de coalición contempla la actualización del mercado de trabajo y que el Gobierno quiere hacerlo con patronal y sindicatos.

La reforma laboral ha vuelto así a tensar la cuerda entre los dos socios después de que en mayo del año pasado PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu firmaran por escrito un acuerdo para derogar íntegramente la reforma laboral.

Un acuerdo que permitió la abstención de la izquierda abertzale a la quinta prórroga del estado de alarma, pero que luego los socialistas se vieron obligados a rectificar.