Diario de León

Podemos justifica los disturbios por Hasél y lleva al límite su relación con el PSOE

Calvo acusa a sus socios de «alentar» a los manifestantes, el partido de Iglesias se niega a condenar los actos violentos

Un manifestante ante una barricada en llamas en Barcelona, ayer. ALEJANDRO GARCÍA

Un manifestante ante una barricada en llamas en Barcelona, ayer. ALEJANDRO GARCÍA

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La tensión permanente que se ha instalado en el Gobierno escala cada día un punto más. Ayer, el nuevo intercambio de reproches y desautorizaciones entre PSOE y Unidas Podemos llegó en plena resaca por los graves disturbios originados tras las concentraciones convocadas en Madrid, Cataluña y otros puntos de España para protestar por el ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél. Mientras el partido de Iglesias evitaron condenar explícitamente los actos provocados por los manifestantes más violentos y pusieron el foco en cuestionar la actuación de los cuerpos policiales, los socialistas acusaron a su socio de coalición de «alentarlas», como señaló la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.

La dirigente del PSOE se refería en concreto a un tuit del portavoz parlamentario de la formación morada, Pablo Echenique, en el que apoyaba «a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles». Se publicó el miércoles, a la 21.18 horas, cuando en la Puerta del Sol de Madrid y en las principales capitales catalanas se levantaban barricadas y se producía el lanzamiento de objetos contra la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra. Echenique también exigía abrir una investigación para aclarar las causas por las que una joven perdió un ojo el día anterior a consecuencia del impacto de una bala de foam disparada por los Mossos durante el inicio de los disturbios en Barcelona.

Lejos de matizar su mensaje, el corportavoz en el Congreso de Unidas Podemos, Rafael Mayoral —uno de los dirigentes más cercanos a Pablo Iglesias— evitó condenar explícitamente estos actos violentos pese a ser preguntado directamente por ello. Por contra, insistió en el discurso de su partido sobre la falta de «normalidad democrática» en España para explicar el origen de las protestas. «Hay sectores que no quieren abordar los problemas de fondo, que tratan de abordarlos como problemas de orden público», afirmó.

Estas y otras declaraciones del mismo tono cayeron como una bomba en el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska. Desde sus cuentas oficiales cerraron filas y mostraron un apoyo total a la labor de los policías de las unidades de antidisturbios frente a «una minoría de violentos». El delegado del Gobierno en Madrid, el socialista José Manuel Franco, llegó a reconocer que se estaba «mordiendo la lengua» para evitar decir «lo que pienso» sobre las palabras de Echenique.

En esta ocasión, Carmen Calvo fue la socialista que con más claridad transmitió la postura de su partido. La número dos del Gobierno señaló en la cadena Ser que «una cosa es defender que una democracia sea exigente y otra alentar una situación con heridos y detenidos». Acontecimientos, dijo, que «no tienen que ver con la libertad de expresión».

La oposición tampoco dejó pasar la oportunidad de ahondar en esta nueva brecha en el Consejo de Ministros. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, pidieron a Pedro Sánchez la dimisión «inmediata» del vicepresidente Iglesias. Todo, después de que los grupos de Más Madrid y Unidas Podemos en la Asamblea regional se negaran a respaldar una declaración institucional de condena ni trasladar sus «sinceros deseos de recuperación» a los policías heridos en las algaradas.

La discusión también se trasladó al pleno del Congreso. La portavoz de los populares, Cuca Gamarra, llegó incluso a comparar a Unidas Podemos con Donald Trump, en referencia al asalto al Capitolio.

El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, cargó contra «los políticos que están haciendo una incitación a la violencia en las redes sociales», y para rematar: «¡Qué vergüenza me da el señor Echenique!». Y el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, consideró «gravísimo» el mensaje de Unidas Podemos.

tracking