PP y Vox desdeñan la evaluación de Sánchez y censuran su gestión
PP y Ciudadanos han desdeñado este martes la evaluación sobre los compromisos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque es tarea del Parlamento, la Justicia o de los españoles, y no de expertos elegidos a «dedo». Vox lo ha calificado de propaganda.
Estos tres partidos han contrarrestado el tradicional balance de fin de año hecho este martes por el jefe del Ejecutivo con sus propios exámenes a la gestión de este 2020. El PP ha dado un suspenso al Gobierno por ser el «peor» para un año «horribilis», según ha afirmado en rueda de prensa el líder de la oposición, Pablo Casado, quien cree que la «mentira», la «incompetencia» y la «arrogancia» son los rasgos que definen al Ejecutivo.
Casado considera que debe ser el Congreso de los Diputados el que controle al Gobierno y no expertos a «dedo», al tiempo que ha acusado a Sánchez de «cesarismo» y de «acallar» al Parlamento con 37 «decretazos».
El dirigente conservador denuncia decisiones «erróneas y tardías» ante la pandemia y acusa al Ejecutivo de eludir su responsabilidad.
Todo ello en un contexto de cinco crisis superpuestas: la sanitaria, la económica y la social, agravadas por la pandemia, y la institucional y la política, de las que ha culpado al Gobierno. En 2020 sólo han ganado -ha apostillado- los socios del Gobierno que buscan «debilitar a España».
«Propaganda»
Más allá ha ido el presidente de Vox, Santiago Abascal, que además de considerar un acto de propaganda la evaluación presentada por Sánchez, ha acusado acusa al presidente de hacer de «la mentira y la traición» su forma de Gobierno.
Para Abascal, Sánchez tiene «ínfulas de Napoleón», le da igual el tamaño de sus «embustes narcisistas» y «piensa que su engaños no tendrán consecuencias» porque, acusa, «tiene «sobornada o coaccionada a la mayor parte de los medios de comunicación».
Tanto el PP como Vox han acusado al Gobierno de ocultar a los muertos en la pandemia. Sánchez es además a juicio de Vox «el hombre que ha traído la ruina y la muerte como ningún gobernante del mundo».
«No vimos -ha agregado Abascal- sus pegatinas de propaganda sobre esos féretros ni sobre las bolsas de basura con las que se protegían nuestros sanitarios, pero sí las ha puesto sobre las vacunas.