El presidente y Rufián trasladan al Congreso la pugna electoral

La primera sesión de control del año acabó hoy convertida en una plataforma más para la campaña electoral catalana y propició a PSOE y ERC la oportunidad de un cara a cara en el que el tercer partido en discordia, Junts per Catalunya, no tuvo papel.

El portavoz republicano, Gabriel Rufián, aprovechó que su partido era uno de los tres con cuota para preguntar al presidente del Gobierno y acusó a Pedro Sánchez de priorizar «votos por encima de vidas» por rechazar la suspensión de los comicios y su celebración el 30 de mayo. «Posponer las elecciones no fue una decisión política, fue sanitaria. Y ni siquiera fue del Govern, fue de todo el arco parlamentario menos los socialistas. ¡Oh, casualidad! -ironizó- TSJC les dio la razón; la próxima vez preséntese en coalición». Sánchez replicó que la fecha del 14 de febrero no es atribuible sino a la incapacidad de ERC y JxCAT de ponerse de acuerdo para elegir a un presidente que sustituyera a Quim Torra. Y defendió que su candidato, Salvador Illa, no ha abandonado el Ministerio de Sanidad para «irse de vacaciones» sino para hacer frente a la crisis y «superar una división y confrontación» que solo ha llevado a Cataluña a la «decandencia».