El PSOE busca sumar a PP y Cs a los acuerdos que salven la reconstrucción

La Comisión para la Reconstrucción entra en su momento decisivo. El pleno extraordinario del Congreso de los Diputados para debatir las medidas propuestas en los últimos tres meses por los grupos de trabajo se celebra este martes mientras que las votaciones serán el miércoles. Hasta entonces apurarán los grupos parlamentarios para intentar salvar unos acuerdos más modestos que lo esperado por ellos mismos. El PSOE, principal impulsor del plan, trata de convencer a los populares para que respalden los dos asuntos que siguen sin cuajar, los capítulos de Sanidad y la Unión Europea. Mientras que con Ciudadanos el principal escollo radica en el papel de la educación concertada en la época pospandemia.

Los socialistas llevan repitiendo desde el pasado 3 de julio, cuando finalizaron los trabajos de la comisión, que «hay tiempo», sin embargo está a punto de agotarse y el plazo para presentar textos alternativos a los ya aprobados en la comisión para la Reconstrucción expira a las 12.00 horas. En juego, acuerdos de futuro, reservas estratégicas y planes de prevención, más inversión en servicios públicos y nuevas leyes que fomenten el teletrabajo y los horarios racionales... Recetas que se han ido acordando desde el pasado mayo entre diferentes mayorías en los cuatro grupos de de trabajo en que se ha dividido el órgano.

Los populares, de la mano de su portavoz en la comisión, Ana Pastor, se muestran dispuestos a negociar. «No nos vamos a levantar de la silla hasta última hora», afirmó la expresidenta del Congreso. Pero no están dispuestos a renunciar a la creación de una Agencia de Salud Nacional Pública que, según Pastor, «no es elemento recentralizador sino una herramienta para que las comunidades tengan una silla para la cogobernanza de la salud pública».

Ciudadanos espera que el PSOE y el Gobierno reconsideren su posición ante las ayudas a la educación. El texto señala que estas se invertirán íntegramente en la educación pública «de gestión directa», una coletilla que, de mantenerse en el documento final, dejaría fuera a la concertada.

Pese al rifirrafe, la portavoz liberal, Melisa Rodríguez, también está convencida de que aún «hay margen» para que los socialistas reconsideren su posición, aunque advierte de que, de no haber cambios, seguirán adelante con su voto particular en el apartado de Políticas Sociales, el único bloque de medidas que rehusaron apoyar. 700 enmiendas Los socialistas mantienen otros frentes abiertos, aunque de menor magnitud, con PNV, ERC, Más País y otras formaciones minoritarias respecto a modificaciones de última hora. Algo viable aún, ya que los grupos mantienen vivas cerca de 700 enmiendas, aunque el plazo para acordar documentos transaccionales expirará en cuanto empiece el pleno extraordinario.

Más complicada aún será la participación de Vox en las votaciones. Los de Santiago Abascal abandonaron la comisión a principios de julio, justo antes de que los grupos de trabajo aprobaran sus respectivas conclusiones, alegando que no quería contribuir a «blanquear la nefasta gestión del Gobierno de la pandemia». El PSOE ya logró algunos pactos para aprobar las conclusiones de la comisión pero no consiguió sumar al PP a ninguno .