El PSOE resiste las presiones del socio de Gobierno en la reforma del CGPJ

El PSOE y Podemos dieron ayer una vuelta de tuerca más a su estrategia para forzar al PP a pactar ya la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Las dos formaciones del Gobierno solicitaron al Congreso tramitar por la vía de urgencia la reforma que pretende limitar las funciones del órgano de gobierno de los jueces cuando haya superado los cinco años de mandato, como ocurre en la actualidad. De momento, sin embargo, los socialistas mantienen en el cajón la proposición de ley que presentaron hace unos meses para modificar también el sistema de elección de esa institución pese a la presión de sus socios.

La vía de urgencia permite acortar la tramitación de las normas a la mitad de los plazos ordinarios. De modo que si, además, el mes de enero se declara finalmente hábil, el actual CGPJ, presidido por Carlos Lesmes, podría quedar privado de la potestad de hacer nombramientos relevantes antes del mes de marzo, que era lo previsto inicialmente.

Con estas prisas, los partidos del Ejecutivo responden a Pablo Casado que el martes, justo al tiempo que el Congreso acordaba tramitar esta iniciativa con su voto en contra, volvió a trasladar por vía telefónica a Sánchez su negativa a pactar si no se excluye a Podemos del Consejo, entre otras medidas.

Los de Iglesias, aun así, querrían haber ido más lejos. Lo dijo su portavoz, Pablo Echenique, durante el pleno maratoniano celebrado ayer en el Congreso.

«Después del enésimo portazo del PP —advirtió en una intervención en la que exigió «valentía» a Pedro Sánchez— no nos va a quedar otra que modificar el método de renovación del CGPJ». También el propio líder del partido apuntó en la misma dirección en su cuenta de Twitter con el eufemismo de que los populares obligan a «adaptar la ley al presente».

LOS AVISOS DE EUROPA

Los socialistas se resisten a tramitar esa reforma que ellos mismos llevaron a la Cámara baja con la firma conjunta de sus socios porque suscita dudas entre muchos juristas, ya ha sido objeto de sendas llamadas de atención por parte de la Comisión Europea y del Consejo de Europa y, como volvió a advertir el martes el líder de Más País, Íñigo Errejón, se les puede acabar volviendo en contra el día que sean los conservadores quienes tengan mayoría en el Parlamento. Pero Unidas Podemos sigue defendiéndola.

«El problema es que nosotros la pusimos encima de la mesa como un elemento de presión para que el PP se aviniera a pactar ya la renovación, pero ellos la quieren de verdad», admiten fuentes socialistas.

Esa exigencia tiene una razón de ser. A pesar de que Podemos asegura tener «garantías» de que verá su peso reflejado en el CGPJ, recela de las negociaciones entre el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, con el que no mantiene buenas relaciones, y el responsable del Partido Popular en este asunto, Enrique López.