Diario de León

Rubalcaba logra una tregua interna de nueve meses para «renovar» el PSOE

El partido arranca una nueva era contando con el PSC y sin primarias hasta el 2014.

José Antonio Griñán, Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano conversan ayer al inicio del Comité Federal del PSOE.

José Antonio Griñán, Pérez Rubalcaba y Elena Valenciano conversan ayer al inicio del Comité Federal del PSOE.

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Paula de Las Heras | madrid
León

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Alfredo Pérez Rubalcaba comienza el año mejor de lo que habría cabido esperar hace tan solo tres meses. El secretario general del PSOE presidió ayer el Comité Federal del partido más plácido, aunque también el más largo, de su por ahora breve mandato. Tiene ya la luz verde del máximo órgano de la formación, congresos al margen, para poner en marcha su plan de renovación ideológica y orgánica a lo largo del 2013 sin la interferencia del debate sobre las primarias.

La tregua no será tan larga como a él le hubiera gustado, pero al menos puede durar hasta el próximo otoño.

No hubo grandes voces discrepantes. El núcleo duro de la ejecutiva socialista llevaba semanas defendiendo que había que aprovechar este año sin procesos electorales ni congresos para hacer lo que fue imposible en el 2012: construir una alternativa de Gobierno y hacerlo sin que nadie ponga palos en las ruedas.

El diseño de Rubalcaba de una gran conferencia política precedida de cinco convenciones sobre Europa, el modelo productivo, el modelo fiscal, la calidad democrática y el Estado social, además de un Consejo territorial que defina su apuesta federalizante, con reforma de la Constitución incluida, por fin tiene el visto bueno de los ‘notables’ del partido.

Sin críticas

Ni el siempre dispuesto a poner el nota crítica, el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, ni la (aparentemente) más clara aspirante a suceder a Rubalcaba, Carmen Chacón, pusieron pega alguna en esta ocasión a la hoja de ruta que el secretario general puso sobre la mesa. El primero porque, algo harto de ejercer de rebelde en solitario, prefirió centrar su intervención en la denuncia de los ataques del PP a la sanidad pública. La política catalana porque ni siquiera tomó la palabra.

Eso no quiere decir que el acuerdo con los planteado por el jefe de la oposición sea absoluto. Rubalcaba no quiso detenerse demasiado en este asunto, pero volvió a dejar claro que su intención es que la elección del candidato a la presidencia del Gobierno, mediante un proceso de primarias abiertas como el francés, tenga lugar después de las elecciones europeas de mediados del 2014. Y, aunque según fuentes del encuentro, nadie le contestó , son varios los que creen que no convendría esperar tanto. El propio secretario general dejó claro que no quería hoy debate al respecto. Aunque admitió que la decisión corresponde al Comité Federal, adujo que el suyo es el «calendario natural» y advirtió de que la fecha de las elecciones internas es una «decisión estratégica» similar a la que toma el presidente del Gobierno cuando decide disolver las Cortes y convocar elecciones. «No debemos pasarnos el día debatiendo en público porque damos pistas al adversario», dijo.

El número uno de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page, sin embargo, puso voz fuera de la reunión a quienes creen que sería bueno acudir a las elecciones autonómicas con el aspirante socialista a La Moncloa ya elegido y se mostró convencido de que una vez celebrada en otoño la Conferencia Política el debate sobre las personas vendrá rodado

En todo caso, el grueso del debate estuvo en las líneas centrales de oposición y en la propuesta de reforma constitucional. Rubalcaba compartió su apreciación de que los socialistas han logrado al menos abrir un diálogo con sectores que les habían dado la espalda y transmitió la idea de que ese es un «primer paso» para recuperar la confianza.

«Ahora bien —apuntó— si alguien cree que esperando sentados nos van a llegar los votos está profundamente equivocado; nos lo tenemos que merecer».

Entre las prioridades de actuación estarán aquellas relacionadas con la defensa del Estado del Bienestar.

¿Acuerdos con el PP? De momento, no se vislumbra ninguno. El líder de la oposición ha dejado de insistir en su voluntad de pactos, una actitud que le costó no pocas críticas internas durante el pasado año. Ahora, defiende que los populares le han dejado sin apenas margen para el entendimiento y da por prácticamente decidido el ‘no’ de los socialistas a la reforma de la administración local que planea el Gobierno.

Después de varios meses de negociación, el PSOE asegura que el Ejecutivo ha vuelto a sus planteamientos iniciales sin mucho miramiento.

«Ha enfatizado aquellos aspectos que nos parecen menos razonables: no queremos engordar las diputaciones sino adelgazarlas y no queremos que se privaticen los servicios que es lo que ocurrirá si se atiborra de competencias a unas instituciones que no tienen medios para prestarlas», alegó Rubalcaba. «Así el acuerdo es muy difícil por no decir imposible».

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