Sánchez anuncia a la Otan que aumenta el gasto militar pese al rechazo de Podemos
Los ministros de la formación morada dan plantón al acto por los 40 años del ingreso de España en la Alianza Atlántica
Sánchez, el rey Felipe VI y Jens Stoltenberg pasean hacia el Palacio Real, ayer, tras el acto oficial. BALLESTEROS
Si en 1982 la preocupación de España era fortalecer su joven democracia e integrarse en el mundo occidental, 40 años después de su ingreso en la Otan las miradas giran hacia el este, por la invasión rusa de Ucrania, y al sur, donde el yihadismo está en fase de expansión en el Sahel. En ese contexto volátil, el presidente del Gobierno reiteró su compromiso de elevar el gasto militar porque, aseguró, «es un esfuerzo imprescindible». Lo hizo durante el acto por el aniversario de la adhesión española celebrado este lunes en el Teatro Real de la capital y presidido por Felipe VI. Una cita a la que se ausentó Unidas Podemos y que llega a falta de un mes para que Madrid acoja una de las cumbres de la Alianza Atlántica más decisivas que se recuerdan, con el ingreso en ciernes de Finlandia y Suecia y la elaboración del nuevo Concepto Estratégico para la próxima década.
Sánchez, que no cuenta en la cuestión militarista con el respaldo del socio minoritario de la coalición, considera que la sociedad europea y española han sufrido de cerca las consecuencias sociales y económicas de la invasión rusa de Ucrania, que han entendido que «la seguridad no está garantizada de forma indefinida» y que la opinión mayoritaria ve positivo destinar más presupuesto al Ministerio de Defensa. «Nos han abierto los ojos para entender que la peor adversidad puede instalarse en nuestras realidades diarias y corromperlo todo. Hoy nuestra seguridad está amenazada por el régimen de Putin. Eso requiere un aumento en el presupuesto de Defensa, es necesario hacer ese esfuerzo», advirtió el presidente.
Las Cuentas Públicas de 2022 destinan un gasto a Defensa de 10.152 millones, un 1,03% del PIB. La cifra supera en casi diez veces el presupuesto del Ministerio de Cultura (1.589 millones?) o el de Educación (6.036) pero también convierte a España en el penúltimo país de la Alianza Atlántica en gasto militar, solo por delante de Luxemburgo, según datos de la organización.
Moncloa quería que el de ayer fuera un acto solemne y el anuncio de Sánchez se produjo ante más de 300 invitados. Entre ellos el actual secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, con el que el presidente había mantenido diversos encuentros de trabajo durante todo el fin de semana en la finca Quinta de Mora (Toledo) para preparar la cita madrileña. También de los exmandatarios de la organización Javier Solana, Anders Fogh Rasmussen o George Robertson y de los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. De los jefes del Ejecutivo españoles que están vivos solo se ausentó Mariano Rajoy.
Pero más simbólico fue el plantón de los ministros y dirigentes de Unidas Podemos, siempre críticos con la Otan y con un programa abiertamente antimilitarista.
En Moncloa ya han cerrado, un encuentro entre Sánchez y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en los márgenes de la cumbre de Madrid. El mandatario americano viajará a la capital desde Baviera (Alemania), donde el día 28 de junio concluye la cumbre del G-7. Se espera que acuda esa noche a la cena que Felipe VI ofrecerá a los jefes de Estado asistentes a la cumbre aliada que se inaugurará al día siguiente.
El rey evocó ayer sus tiempos como cadete en la Academia Militar de Zaragoza para ilustrar el beneficio que obtuvo España «en la modernización» del Ejército tras su ingreso en la Otan y, a su vez, cómo la organización se retroalimentó del emplazamiento estratégico de la Península Ibérica, «que mira al Atlático y al Mediterráneo», y ganó «un aliado fiable y responsable».