Diario de León

Sánchez avisa a Marruecos: «Es inaceptable atacar las fronteras de Ceuta como protesta»

Rabat dice que el caso Ghali «no es la raíz del problema» sino unas «segundas intenciones hostiles» respecto al Sáhara

Sánchez saluda al primer ministro polaco en la cumbre bilateral que celebraron en Alcalá de Henares. ANDREJZ LANGED

Sánchez saluda al primer ministro polaco en la cumbre bilateral que celebraron en Alcalá de Henares. ANDREJZ LANGED

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EFE

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró ayer que es «absolutamente inaceptable» que Marruecos haya podido «atacar las fronteras» de Ceuta con el asalto de más de 10.000 personas como forma de protestar por un problema de política exterior. «No es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras, que se abren para que entren 10.000 personas en un país vecino, por desavenencias y discrepancias en política exterior», subrayó Sánchez en la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada en Alcalá de Henares y en respuesta a la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos.

Marruecos hizo público ayer un comunicado en el que se desvincula la crisis con España de la presencia de Brahim Ghali y especifica que lo que Marruecos espera de Madrid es «una aclaración sin ambigüedades de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones» sobre la cuestión del Sáhara.

Para Sánchez, esta actitud es «absolutamente inadmisible» y recuerda que Marruecos «no debe olvidar que no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España», que es un «interlocutor imprescindible, necesario y privilegiado» con Europa. «Si lo que se esta diciendo es que Marruecos ha utilizado la inmigración, el asalto de las fronteras españoles por más de 10.000 marroquíes en 48 horas, a mí me parece absolutamente inaceptable y por tanto rechazo esa declaración», aseguró el presidente del Ejecutivo.

Para Sánchez, «no es admisible que un Gobierno diga que se atacan las fronteras de España» a consecuencia de «desavenencias y discrepancias en política exterior», sobre todo cuando España «concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista estratégico». Además, planteó una «actitud constructiva» con Marruecos porque «la vecindad y necesaria relación bilateral se debe cimentar sobre el respeto y la confianza» y el «respeto y la confianza no se construyen si lo que se está diciendo es que por una desavenencia no se respetan las fronteras». «No es aceptable y por tanto lo rechazo», zanjó.

El Gobierno marroquí ha ido un paso más allá en la crisis diplomática abierta con España, asegurando que ésta no es resultado solo de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y planteando al Ejecutivo de Pedro Sánchez cuál habría sido su reacción si quienes hubieran sido recibidos en el Palacio Real marroquí fueran separatistas catalanes. En un extenso y duro comunicado, el Ministerio de Exteriores marroquí ha subrayado que la crisis abierta por la acogida por motivos humanitarios de Ghali, ingresado en un hospital en Logroño con covid, plantea «una cuestión de coherencia». «No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino», esgrimió. Así, sostiene que Rabat optó desde el principio de la crisis catalana «por ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional» de España y ha preguntado al Gobierno «¿cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo español hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí?». Tras reprochar «una memoria corta», Rabat recuerda que en 2012 durante una visita al país de una delegación económica catalana, «se modificó el programa, a petición del Gobierno español», para que no fuera recibida a alto nivel y que todos los encuentros se mantuvieran en presencia del representante de la Embajada de España en Rabat.

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