Diario de León

Sánchez defiende a González de la acusación de crear los GAL y pasa ‘de puntillas’ con la Corona

El Gobierno y el PP se acusan de usar a «los muertos» como argumento político un día antes de que el Congreso vote el decreto para la nueva normalidad tras la alerta

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Sabido es que Pedro Sánchez y Felipe González no congenian, pero el presidente del Gobierno hizo ayer una encendida defensa de su antecesor ante las acusaciones de que desde la Moncloa se pretende tapar sus responsabilidades en la creación de los GAL. El expresidente del Gobierno, sostuvo Sánchez, es «uno de los grandes modernizadores de la España democrática». Un ardor que no empleó para defender las conductas irregulares de miembros de la Corona. «Vamos a dejar a los jueces trabajar y no interferir», afirmó en su respuesta al portavoz parlamentario de Esquerra, Gabriel Rufián, quien denunció «la impunidad» institucional durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.

El último de los muchos choques que han protagonizado Sánchez y González se produjo hace diez días, cuando el expresidente comparó el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos con «el camarote de los hermanos Marx». Un comentario que trasluce la negativa valoración que tiene de la alianza de su partido con los de Pablo Iglesias. Pero Sánchez se convirtió ayer en su valedor ante las acusaciones de Rufián de que veta por «miedo» que se constituya en el Congreso una comisión de investigación sobre los vínculos de González con la banda parapolicial de los años ochenta que desató la guerra sucia contra ETA. Una iniciativa surgida a raíz de un informe de la CIA de 1984, publicado el 15 de junio por el diario La Razón , que mantiene que González «acordó» la creación de esa organización.

Defensa de González

Los GAL es un asunto que divide las aguas entre los socialistas, y el portavoz de Esquerra trató de ahondar en esa herida al subrayar que en el PSOE «se enorgullecen de (José Luis Rodríguez) Zapatero» por su herencia de ampliación de las libertades y derechos, « y se avergüenzan de Felipe» por su pasado con los GAL. Pero Sánchez quiso liquidar las suspicacias y defendió los casi catorce años de Gobierno de González y sus cuatro victorias electorales consecutivas entre 1982 y 1993. El expresidente, enumeró, llevó a cabo una «modernización sin precedentes» de España, con la implantación con el sistema de salud pública universal y gratuita, amplió el sistema de pensiones, instauró la educación obligatoria e impulsó la integración en Europa. Ese, apostilló, es su «legado». Una intervención muy aplaudida por la bancada socialista, aliviada por la firme defensa de su histórico líder. No así en la de Unidas Podemos. Iglesias se abstuvo de sumarse a la ovación y su actitud fue secundada por sus correligionarios. El vicepresidente y líder de los morados nunca ha escondido su animadversión hacia González.

Defensa de la Corona

Sánchez no mostró la misma vehemencia en la defensa de la Corona ante las acusaciones más afiladas de Rufián, que repasó los presuntos «’business’ con sátrapas saudíes» del rey emérito, el encarcelamiento «por corruptelas» del «cuñado» de Felipe VI y hasta la luna de miel de los Reyes financiada en arte por «empresarios afines» a don Juan Carlos. «Eso -afirmó el republicano- no es sentido de Estado, sino sentido de la impunidad».

El presidente del Gobierno obvió las acusaciones y defendió que en España «no hay impunidad» para nadie y reclamó que se deje «trabajar a la justicia trabaja sin interferencias». Es la segunda vez en 48 horas que el Gobierno evita salir en defensa de la Corona. Este martes la portavoz del Gobierno, ante una pregunta sobre la luna de miel de los Reyes, aconsejó a la Zarzuela responder «con voz propia» a las acusaciones contra miembros de la institución.

Por otro lado, el Gobierno y el PP se han acusado este miércoles de usar «los muertos» por coronavirus como argumento político. Mientras la vicepresidenta Carmen Calvo ha reprochado a los populares que antepongan este criterio a la búsqueda de acuerdos, los de Pablo Casado han reprobado que el homenaje a las víctimas sea «en realidad» al propio Ejecutivo.

El cruce de acusaciones se ha producido en esta pregunta-respuesta que han protagonizado en el Congreso la vicepresidenta primera y la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo.

Sus reproches mutuos han dejado en segundo plano el intercambio de apelaciones al consenso y de críticas que una semana más se han lanzado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de los populares.

En estos días en los que los Estados de la UE negocian el detalle del fondo de recuperación y los grupos parlamentarios hablan sobre las bases de la reconstrucción, Sánchez ha pedido al PP que «arrime el hombro» y que apoye a su Gobierno en Bruselas en vez de secundar documentos «ignominiosos» críticos con la democracia española.

El apoyo que ha demandado el presidente no se encaminaría sólo a lograr que el fondo que propone la Comisión Europea, de unos 750.000 millones, llegue en las mejores condiciones, sino también a la implantación de la llamada «tasa Google», lo que ha enturbiado las relaciones con Estados Unidos.

Casado también ha mezclado las apelaciones al acuerdo con las críticas a la gestión de la pandemia por parte del Gobierno.

Medidas económicas

Según sus palabras en el hemiciclo del Congreso, el líder del PP ha cuestionado las medidas económicas de Sánchez porque abocan al país a la «debacle», especialmente por no tener acordada la prórroga de los ERE en las empresas. «Usted -a Sánchez- pide la adhesión incondicional, pero acto seguido rechaza la mano tendida...Solo se le pide responsabilidad (en Bruselas) de cara a las futuras generaciones», le ha espetado Casado. El recurso a las cifras de fallecidos por coronavirus, más de 28.000 de acuerdo con las aportadas por el Ministerio de Sanidad, proporcionadas a su vez por las comunidades autónomas, apenas ha ocupado tiempo en el duelo dialéctico de Casado y Sánchez.

Pero el presidente lo ha mencionado: «Me conmueven sus palabras -del líder del PP-, pero después están sus actos...como los argumentarios...para utilizar los muertos de la COVID en contra del Gobierno de España».

El supuesto uso de las cifras de muertes por COVID-19 sí que ha sido el eje de las intervenciones de Carmen Calvo y de Cayetana Álvarez de Toledo.

La portavoz de los populares en el Congreso ha asegurado que el acto organizado por el Gobierno para el 16 de julio en Madrid, al que acudirán el rey y autoridades internacionales, es ante todo «un homenaje a sí mismos». Según su versión, el número de fallecimientos puede que esté más cerca de los 45.000 a tenor de las estimaciones de algunos organismos, así que ese «homenaje al enfermo desconocido» lleva camino de parecerse a un acto «parcial y mutilado», pensado para el «60 por ciento de las víctimas», ha dicho.

Em opinión de Álvarez de Toledo, hay un desfase de 13.000 muertes «en el limbo» o, parafraseando al «doctor -Fernando- Simón», «por ahí». «Es un abismo moral», ha apostillado antes de acusar al Gobierno de ocultarse tras una «conveniencia política inhumana».

En las apelaciones al consenso, en las declaraciones a favor de acuerdos que cimenten las reconstrucción, Calvo no ve a Álvarez de Toledo, según sus palabras. «Usted ha elegido hacer política con los muertos».

Detrás de esta estrategia de «imputaciones constantes» al Ejecutivo respira, ha dicho, la negación del propio Ejecutivo. Es eso lo que late en las acusaciones de Álvarez de Toledo, al parecer de la vicepresidenta: El rechazo a lo que sucedió en el Congreso el día de la investidura de Pedro Sánchez.

tracking