Sánchez pierde el control de la ofensiva contra el Rey emprendida por sus socios

Los intentos de Pedro Sánchez por evitar que las informaciones que salpican a Juan Carlos I deriven en un debate sobre la Monarquía tienen un escollo importante en sus propios socios de Gobierno. El jefe del Ejecutivo insistió este viernes en que «se juzgan personas, no instituciones» y defendió que, aunque no se haya pronunciado públicamente sobre la situación fiscal de su padre, Felipe VI ha demostrado «con los hechos» que ha sabido «actualizar los hábitos de la Corona a las exigencias de una sociedad avanzada del siglo XXI». Casi al mismo tiempo Podemos y partidos como ERC, EH-Bildu, Compromís y Más País, en los que se apoya el líder del PSOE, volvían a exigir que el Congreso investigue al anterior rey.

Las iniciativas de los diversos partidos republicanos en la Cámara baja no tienen ningún viso de prosperar. La vicepresidenta, Carmen Calvo, cerró tajante esa posibilidad. En lo que va de legislatura el PSOE ya se ha opuesto en varias ocasiones a la creación de comisiones de investigación similares, amparado en los informes de los letrados que niegan al Congreso competencias para controlar a la jefatura del Estado, y ahora volverá a unir sus votos a los del PP y Vox en la Mesa para frustrarlas. Pero la ofensiva parlamentaria emprendida por sus aliados, sitúa a Sánchez y sus ministros en una situación incómoda.

Salvaguarda de la Monarquía

En su comparecencia en Bruselas, tras el Consejo Europeo, el presidente se vio obligado a repetir lo que ya dijo en una entrevista en Telecinco el miércoles para intentar zanjar cualquier debate sobre el futuro de la Corona. Y aseguró que el Gobierno garantizará el cumplimieno de la Constitución «en todos sus artículos» y que, por lo tanto, actuará como salvaguarda de la Monarquía parlamentaria. Sus esfuerzos chocan con la campaña emprendida desde el grupo parlamentario de Unidas Podemos por intentar implicar a Felipe VI en los negocios de su padre. En un vídeo publicado horas antes en las redes sociales desde las cuentas oficiales del partido se intercalaban imágenes del actual monarca y del emérito con la sintonía de la serie Narcos de fondo, una biografía del narcotraficante colombiano Pablo Escobar. «Podemos y el PSOE somos dos partidos distintos, venimos de culturas diferentes», zanjó el presidente al ser preguntado por la cuestión.

Ayer, el portavoz de los morados en el Congreso, Pablo Echenique, había insistido en que el Rey «debería pronunciarse sobre los negocios de su padre». En un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum ahondó en el «horizonte republicano» que tiene su formación como estrategia a largo plazo aunque reconoció ser «consciente» de que los equilibrios parlamentarios de la presente legislatura «dificultan» una reforma de la Constitución Unidas Podemos percibe el republicanismo como una fórmula para solventar «el problema territorial, sobre todo en Euskadi y Cataluña».

Pero mensaje de Sánchez a sus socios no ha cambiado: «La clave es ser consciente de que España está viviendo una crisis sin precedentes y tenemos que garantizar que las instituciones son fuertes. ¿Cómo? Respetando la Constitución».