La subida del SMI y las vacunas empujan la valoración del Gobierno

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El descenso de la tensión política durante el verano, la evolución de la vacunación y la menor incidencia de la pandemia parecen haber dado una tregua al Gobierno, que recupera el pulso de la ciudadanía. Tanto el PSOE como UP logran mejorar su imagen, según refleja la última encuesta realizada por DYM. El Polibarómetro de septiembre muestra un claro cambio de tendencia tras las vacaciones estivales respecto a julio, un mes que arrojó la opinión más negativa para el Ejecutivo central de la serie histórica, en medio de la quinta ola y con un nivel de crispación muy elevado que se tradujo en la peor valoración de todos los líderes. Ahora, el presidente Pedro Sánchez respira espoleado por la buena marcha del plan para inmunizar contra el covid y por la subida del Salario Mínimo Interprofesional.

No obstante, su acción se ve lastrada por la Mesa del Diálogo con Cataluña y por la gestión general de la pandemia, que no han gustado a una mayoría de la población entrevistada. El PP se mantiene en cabeza en estimación de voto, pero siente ya el aliento en el cogote del PSOE, al que saca sólo una décima. Los populares se desinflan al perder parte de la ventaja que les dio el triunfo de Isabel Ayuso en la Comunidad de Madrid y ese terreno lo recuperan los socialistas, que ganan 2 puntos respecto a la medición de julio, apoyados por un incremento en la fidelidad de voto. Sus socios de UP escalan también posiciones con un incremento de 2,3 puntos, gracias a su protagonismo en determinadas medidas impulsadas por el Gobierno.

Además, la suma de fuerzas del PP con Vox y Cs ya no resultaría suficiente para alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso. Los tres partidos pierden fuelle y la percepción de «gran debilidad» tanto de Pablo Casado como líder del PP e Inés Arrimadas como gestora de Cs no ayuda y puede tener una influencia directa a la hora de depositar la papeleta en las urnas. Curiosamente, Santiago Abascal, que es el responsable político peor valorado del país, según el sondeo, goza de la mayor fortaleza para sus adeptos (7,7).

En realidad, la desafección de la ciudadanía hacia sus políticos se refleja en que todos los líderes y ministros suspenden otra vez, pero la titular de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz, es la mejor valorada con un 3,4 de media, y eso que desciende respecto a la medición de junio (3,8).

Le sigue Pablo Casado (3,3), Pedro Sánchez (3,2), Íñigo Errejón (3,1) e Inés Arrimadas (3,1). Al final del listado, Abascal (2,6). Por otro lado, la valoración de la actuación del Gobierno crece de manera significativa tras el periodo vacacional. Tanto la media, como el saldo evaluativo es el mejor de la serie histórica.

Los votantes de PSOE (6,4) y UP (6,3) son los que mejor valoran la actuación del Ejecutivo, sobre todo, apoyan las relacionadas con la campaña de vacunación (muy de acuerdo y bastantes de acuerdo, 63,9%) y la subida del SMI (43,7%). Precisamente, el peso de UP se consolida de la mano del incremento del salario mínimo.

La gran cruz del Gobierno es el precio de la .luz. La mayor parte de los españoles consideran que el Ejecutivo de Sánchez no ha hecho lo suficiente para intentar contener la subida. Esa factura ha generado gran desconfianza. La mitad de la población (56,6% ) se muestra a favor de la creación de una empresa pública de energía, mientras que solo un 23,2% se muestra en contra. La responsabilidad por el bloqueo en la renovación del CGPJ se percibe compartida por los dos principales partidos. Las vacaciones de 2021 presentan un perfil similar de satisfacción respecto a las de 2020. En cambio, las familias, que aceptan el pasaporte covid, no perciben que la mejoría de la economía llegue a sus hogares.