La sucesora de Borràs en el Parlament se estrena con un discurso igual de radical

La diputada de Junts, Anna Erra, fue elegida ayer presidenta del Parlamento catalán. Erra, que hasta ahora era también alcaldesa de Igualada (Barcelona), sustituye en el cargo a Laura Borràs, condenada a cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por prevaricación y falsedad documental.

Tras ser sentenciada por el TSJC, Borràs perdió su acta de diputada y cesó como presidenta de la Cámara catalana, cargo al que accedió hace dos años. Erra obtuvo el apoyo de los diputados de Junts y ERC. Un total de 64 votos a favor, frente a los 44 de la aspirante del PSC, Assumpta Escarp. No logró la mayoría absoluta en la primera votación y le bastó con la simple para derrotar a la candidata del PSC.

Nada más ser investida, Erra reivindicó el 1-O, así como a Carles Puigdemont, Laura Borràs y Carme Forcadell y sacó a relucir el discurso radical del nacionalismo, el que emplea su antecesora, Laura Borràs. «Es fundamental hacer política para resolver este conflicto sobre la base del respeto al derecho a la autodeterminación, como fue el 1-O, es nuestra responsabilidad», aseguró. Erra se coprometió a defender la soberanía del Parlament «por encima de todo». «Defenderé al Parlament ante injerencias externas», avisó.

Su designación pone fin a la etapa de Borràs en la Cámara catalana y a casi un año de interinidad. La presidenta de Junts fue suspendida como diputada y como presidenta de la Cámara catalana en julio del año pasado, tras ser procesada por delitos relacionados con la corrupción. De acuerdo al reglamento del Parlament, fue suspendida, pero mantenía su condición de presidenta y diputada hasta que fue condenada y apartada definitivamente por la Junta Electoral y más tarde por la Mesa de la institución.