Trapero se enfrenta a once años de cárcel en la segunda parte del juicio al ‘procés’
La vista comienza con la incógnita de si la Fiscalía seguirá acusando al exjefe de los Mossos de rebelión
El exresponsable de los Mossos, Josep Lluís Trapero.
Finalmente ha llegado su momento, aunque su nombre y su figura siempre estuvieron sobrevolando el juicio del procés que se celebró el pasado año. Él, junto a Carles Puigdemont, sin duda fue el gran ausente en la vista oral del Supremo contra la intentona secesionista. Ahora, el ‘major’ Josep Lluís Trapero, el hombre que dirigía a los casi 17.000 mossos d’Esquadra y al que la Fiscalía acusa de haber puesto al cuerpo policial al servicio del movimiento independentista, se sienta a partir de hoy y hasta el próximo 19 de marzo en el banquillo para enfrentarse a una petición fiscal de once años de cárcel por un delito de rebelión.
Será una suerte de segunda parte del juicio al procés , pero con menos focos y glamour, donde los señoriales salones del Supremo serán sustituidos por una gélida sala de vistas ubicada en un polígono industrial de las afueras de Madrid, en San Fernando de Henares.
Trapero, el otrora todopoderoso jefe de los Mossos, el mismo que compartía juergas con Puigdemont y al que el independentismo elevó a los altares por su gestión durante los atentados de Cataluña de verano de 2017, llega hoy a la Audiencia Nacional convertido poco más que en un apestado del soberanismo, después de que en el juicio del procés , «José Luis» (así dijo llamarse cuando el presidente Marchena le preguntó protocolariamente su nombre) se sacudiera cualquier responsabilidad y culpara de todo a los responsables del Govern, a los que, según su versión, avisó de que mantener la convocatoria del 1-O era una locura.
Junto a Trapero se sentarán en el banquillo, igualmente acusados de rebelión y enfrentándose a once años de cárcel, el exdirector de los Mossos Pere Soler y el exsecretario general de Interior César Puig. Habrá una cuarta acusada, la intendente de los Mossos Teresa Laplana, que se arriesga a cuatro años de cárcel por un delito de sedición por su actuación durante el asedio a la Consejería de Economía el 20 de septiembre de 2017 en el registro de la Guardia Civil.
La gran incógnita de este juicio será saber si la Fiscalía mantiene la acusación de rebelión contra la cúpula policial después de que el propio Tribunal Supremo descartara condenar por este delito a los líderes políticos del procés , a los que finalmente sentenció por sedición, con la importante disminución de penas que ello comportó. Las acusaciones de la Fiscalía, hasta ahora, son muy graves. El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, y el fiscal de este tribunal Pedro Rubira consideran que Trapero, Soler y Puig incurrieron en el delito de rebelión.