La UE avala el cambio de estrategia de Sánchez con Marruecos por el Sáhara

Bruselas aplaude el acercamiento entre España y Marruecos, después de que el Gobierno español aceptara el plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental. El Ejecutivo comunitario recuerda, sin embargo, que el estatus del territorio debe decidirse en un proceso político que vaya en línea con las resoluciones de Naciones Unidas, que pide un acuerdo político de mutuo acuerdo entre Rabat y la antigua colonia española.

«La Unión Europea saluda los desarrollos positivos entre los Estados miembros y Marruecos», señaló ayer la portavoz de Exteriores Nabila Massrali, al tratarse de un acuerdo que «beneficia» también a la asociación de la UE y Marruecos.

Bruselas ve con buenos ojos la «nueva etapa» que anunció el pasado viernes el presidente español Pedro Sánchez, tras reconocer que el plan de autonomía para el Sáhara Occidental elaborado por Rabat es «la base más seria y realista» para lograr una solución al conflicto en este territorio. Esta declaración, incluida en una misiva al rey Mohamed VI, pone fin a diez meses de crisis diplomática entre los dos países, después de la entrada y salida de España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para tratarse de covid el pasado abril.

En todo caso, la UE matiza que el conflicto en el Sáhara Occidental debe resolverse a través de un proceso político «justo, realista, pragmático, sostenible en el tiempo y mutuamente aceptado». Es decir, mediante el camino iniciado por Naciones Unidas en los años ochenta para alcanzar «una solución política aceptable para todas las partes».

En ese mismo sentido se ha expresado el ministro de Exteriores español, Jose Manuel Albares, quien se ha reunido este lunes con el enviado especial de la Secretaría General de la ONU en el Sáhara Occidental para «transmitirle el apoyo de España a su labor para alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de la ONU».

El paso dado por Sánchez el viernes acaba con la tradicional neutralidad de España en el conflicto del Sáhara para ponerse del lado de Rabat, que le pedía una posición clara al respecto. El anuncio abre, a su vez, un frente con Argelia, quien asegura que el Gobierno español nunca le informó de antemano sobre su giro sobre el conflicto del Sáhara y ya ha llamado a consultas a su embajador en Madrid.

Pedro Sánchez recibió ayer el apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, en su gira para defender el desacoplamiento del precio de la electricidad respecto de los del gas, y puso presión a la Comisión Europea, que debe presentar propuestas en la cumbre europea del jueves y viernes.

Antes de empezar un encuentro en París con Macron, dentro de la gira que inició la semana pasada por varias capitales europeas, Sánchez señaló los dos aspectos a su juicio «fundamentales» que habrá que resolver en esa cumbre de Bruselas: «garantizar el suministro energético y la evolución del precio del gas y su traslado al precio de la electricidad».

«Esperamos —subrayó el presidente del Gobierno español— que la Comisión Europea pueda encontrar una respuesta equilibrada que nos permita a todos los países poder responder en función de cuál sea la gravedad en uno o en otro aspecto a este reto, a este desafío formidable que nos está planteando desde el punto de vista energético la guerra en Ucrania».

Macron le agradeció «su compromiso personal» y su trabajo para «encontrar soluciones europeas que permitan protegernos de las consecuencias de la guerra», y se refirió a los contactos que Sánchez ha mantenido en los últimos días con los responsables de Italia, Grecia, Portugal o Alemania.