Diario de León

El ultimátum de ERC y Bildu fuerza una negociación agónica por la reforma laboral

Yolanda Díaz advierte de que no se levantará de la mesa pese al golpe de fuerza del bloque independentista

Yolanda Díaz ayer, tras visitar por primera vez las instalaciones de Seat en Martorell. QUIQUE GARCÍA

Yolanda Díaz ayer, tras visitar por primera vez las instalaciones de Seat en Martorell. QUIQUE GARCÍA

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La negociación por la reforma laboral entró ayer en su fase más crítica. Desde Esquerra hicieron oídos sordos al cortejo protagonizado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante su visita de dos días a Cataluña y dejaron claro que, en contra de lo presumido por Unidas Podemos, su postura permanece en el no.

Lo escenificaron firmando una declaración conjunta en el Congreso junto a EH Bildu, la CUP y el BNG, con siete exigencias al Gobierno que obligarían en todos los casos a modificar el texto de un decreto ley que consideran «insuficiente». Una línea roja que el PSOE, los sindicatos UGT y CC OO, y la CEOE no están dispuestos a cruzar, y que fuerza a la coalición a buscar un acuerdo agónico para evitar que la norma decaiga el 3 de febrero en la Cámara baja.

Mientras el Gobierno permanece pegado a la calculadora y divido entre aceptar o repudiar el apoyo de Ciudadanos, ERC hace gala de una teatralización con la que ya han obtenido réditos a lo largo de esta legislatura. Cuando lograron pactar la cuota de los idiomas cooficiales en la Ley Audiovisual con un bloque de presión similar, el portavoz de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, alardeó del poder con el que cuenta su formación en unión con EH Bildu para atraer a PSOE y Unidas Podemos a sus postulados.

Exigen la prevalencia de los convenios autonómicos, la recuperación de la indemnización de 45 días por despido improcedente y los salarios de tramitación, la vuelta de la autorización administrativa para despidos colectivos o la prioridad de los convenios de sector sobre los de empresa.

Díaz evitó ofrecer un compromiso público de introducir los cambios que le piden estas cuatro formaciones y se mostró menos optimista que el día anterior con un proyecto estrella de su departamento en el que se ha implicado personalmente. «Hemos estado negociando durante nueve meses con los agentes sociales y el acuerdo es extremadamente valioso», afirmó.

La noche anterior había cenado con el consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat y miembro de ERC, Roger Torrent, quien le reclacó que el apoyo de los suyos estaba lejos de cerrarse. En el encuentro transmitió a Díaz claramente que la actual reforma laboral «no es la que necesita Cataluña».

«No sé si saben en Cataluña que nunca me levanto de la mesa», avisó Yolanda Díaz.

Con la vicepresidenta ya de vuelta en Madrid, es el turno de los secretarios generales de UGT y CC OO, José María Álvarez y Unai Sordo, que tratarán de defender la reforma laboral en una asamblea conjunta en Barcelona.

En el ala socialista de la coalición gubernamental mantienen una postura más pragmática en la búsqueda de apoyos parlamentarios. La vicesecretaria general, Adriana Lastra, respondió ayer a los recelos de Díaz a que la reforma se convalide con los votos de Ciudadanos con un nítido «no podemos excluir a nadie».

En la Moncloa dan por perdido el respaldo de la izquierda abertzale y si los republicanos también fallan manejan un plan B. Confían en que el decreto ley logre convalidarse los nueve diputados de la formación naranja y una suma de partidos minoritarios que podrían alcanzar los 176 síes.

El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, aseguró ayer que, en una conversación con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, calcularon que existe una mayoría de votos favorables a la reforma «más que suficiente».

tracking