Diario de León

Filandón

Un León invisible

El periodista Suso Mourelo retrata ‘La naturaleza del silencio’ tras pasar dos meses en la localidad leonesa de Audanzas del Valle

JESÚS F. SALVADORES

JESÚS F. SALVADORES

León

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Vivir nueve meses en un pueblo de cien habitantes puede resultar una aventura más exótica que viajar a Hiroshima. Es lo que le ocurrió a Suso Mourelo. Audanzas del Valle le resultaba un destino más extravagante que la ciudad de la bomba atómica. La localidad leonesa es una de las cuatro de toda España que el escritor y periodista eligió para conocer de primera mano un mundo rural que está en extinción.

Acaba de publicar su experiencia en La naturaleza del silencio (La Línea del Horizonte Ediciones). El último capítulo, Bajo una luz de oro, relata su ‘inmersión’ en la localidad leonesa. Hay más de 80.000 pueblos en España con menos de cien habitantes. La elección de Audanzas fue casual, a través de una amiga de Zamora que le localizó una casa en este pueblo situado a 46 kilómetros de León. Llevaba mucho tiempo viajando por otros países y quería quedarse a recorrer su propia tierra. Al principio dudó entre un itinerario de diez o doce ciudades o sumergirse en la España vacía de forma más tranquila. Las condiciones que se impuso desde el principio: «No quería que el pueblo estuviera cerca de una ciudad grande y tenía que tener un lugar de encuentro, como un bar o un club social». Y todo por una razón, no le gusta «entrevistar, quería llegar a un sitio y que la gente se acostumbrara a mí», dice. Bajo esta premisa eligió la localidad del páramo leonés, además de Aragüés del Puerto (en el Pirineo oscense), Higuera de Albalat (Cáceres) y El Centenillo (en Sierra Morena). Cuatro geografías distintas, cuatro territorios de la inmensa España que lleva décadas desangrándose. Espacios de ruina. ¿Cómo se vive en un pueblo como Audanzas? Mourelo afirma que «fenomenal». «Fue el pueblo más tranquilo y pacífico de los cuatro». Además, a él siempre le ha gustado la provincia de León, confiesa el escritor madrileño de ascendencia gallega.

Suso Mourelo en la casa en la que vivió en Audanzas del Valle.

Mourelo tiene predilección por los lugares apartados, para leer o trabajar. Pero no sabe si está preparado para vivir más de dos meses en alguno de ellos, aunque empieza a planteárselo. «Sería capaz de pasar medio año en un pueblo, pero echaría de menos el otro lado, la sensación urbana de las grandes calles, el cine, el teatro...».

El ritmo diario es similiar en las cuatro localidades en las que transcurre La naturaleza del silencio, aunque Audanzas es el único de ellos «de verdad agrícola». Nada más tienen en común. «La gente del Norte es más callada y pregunta menos, al contrario que en Extremadura y Andalucía». Quería mirar a la gente a los ojos y escuchar sus historias.

Si se le pregunta dónde está el paraíso, el escritor responde que «cada uno tiene que buscarse el suyo. Están los lugares del alma, donde uno se encuentra bien». Y el suyo está en Asia. Hizo su primer gran viaje hace veinte años a China. Ahora tiene un amor en Hiroshima, donde reside seis meses al año. En su paraíso particular tiene que haber naturaleza, bosques, ríos y «gente que no sea agobiante. Puede estar en las montañas, en el Norte de Madrid o al otro lado del Planeta». En estos pequeños pueblos de la España silente no echó nada de menos, lo que, quizá, fue liberador. En ellos, la vida tiene otro tiempo, otro color y otra luz.

Había leído muchas novelas japonesas y esas lecturas le condujeron a Japón hace cuatro años. Hiroshima, la ciudad desolada por la bomba atómica, «no es gris ni triste. Al contrario, es una de las ciudades más alegres de Japón, donde más sonríen». Llegó hasta ella tras los pasos de la novela Lluvia negra, de Masuji Ibuse, en la que el escritor nipón relata la desvatación de Hiroshima a través de una joven que se vió sorprendida por la lluvia negra que cayó tras la explosión atómica.

Paisaje de Audanzas del Valle. SUSO MOURELO

Mourelo se lleva el trabajo en su ordenador. Se dedica al periodismo y a la edición de textos. «Desgraciadamente, no vivo aún de los libros». Mourelo es autor de La frontera Oeste, Adiós a China, Las cinco tumbas de Gengis Khan, Un viaje por Mongolia, Donde mueren los dioses y Viaje por el alma y por la piel de México.

En Audanzas había días en los que no hablaba con nadie. Pero pudo escribir, leer más y conocerse un poco mejor.

Antes de llegar tenía la duda de si contarles a los vecinos qué hacía allí. «Quería ser un vecino más y que no se sintieran violentados por entrar en su vida. Pero no contárselo era engañarles. Decidí correr el riesgo y decirles la verdad». Así acabó siendo uno más en el bar de Julio.

¿Cuál es la solución para la España vaciada? ¿Se acabará convirtiendo en un lugar exótico? Mourelo piensa que el modelo de transformar pueblos en rutas de fin de semana no es positivo. Siempre hay «aventureros» que deciden apostar por lugares como Audanzas. «Quizá haya un cambio de tendencia, pero algunos pueblos se vaciarán del todo. El turismo puede ser una solución para algunos, pero no para todos».

Paisaje de Audanzas del Valle. SUSO MOURELO

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