Diario de León

Todas las palabras de la Guerra Civil

l Almuzara recupera las voces protagonistas al filo del 80 aniversario. El próximo 1 de abril se cumplen 80 años del final de la Guerra Civil, pero tanto tiempo después, el conflicto «nos sigue hiriendo», certifica el exministro de Trabajo Manuel Pimentel

Foto cedida por la Fototeca del Comité Internacional de la Cruz Roja en la que se ve a dos niñas refugiadas en Madrid

Foto cedida por la Fototeca del Comité Internacional de la Cruz Roja en la que se ve a dos niñas refugiadas en Madrid

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álvaro soto
León

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E n este papel, alejado del poder pero quizá más cerca de la realidad, se ha propuesto dar nueva luz al conflicto con un magno proyecto: publicar durante los próximos 12 meses, a razón de uno cada 30 días, una docena de libros que recogen los testimonios directos de las personas que marcaron el conflicto incivil. En las páginas que maneja Pimentel se recuperan las palabras de personajes relevantes cuyas decisiones agitaron el desarrollo de la contienda, como Indalecio Prieto, Dolores Ibárruri (la Pasionaria) o Federica Montseny, y también otros menos conocidos, pero igual de destacados, como el escritor falangista Rafael García Lozano, el político socialista Simeón Vidarte o el experto militar José Manuel Martínez Bande. Y es que en el espíritu de esta nueva colección está «dar la voz a los que escribieron la historia hace 80 años desde el respeto a todos los que combatieron por sus ideales», subraya el exministro. Republicanos, falangistas, socialistas, carlistas, anarquistas... Los doce volúmenes tendrán hueco para todos los puntos de vista de la guerra; una manera de conocer el enfrentamiento entre españoles sin traductores, bebiendo de modo directo de las fuentes principales. «La Guerra Civil sigue proporcionando mucha literatura, pero se aborda desde el presentismo, dando la visión actual a los acontecimientos que sucedieron hace ocho décadas», agrega Pimentel.

El primer libro, que aparece ahora a la venta, resume perfectamente el espíritu de la obra. Se trata de Guerra en España (1936-1939) , escrito por Jesús Pérez Salas, militar fiel a la República. Los Pérez Salas fueron una saga de cinco hermanos, cuatro de los cuales permanecieron fieles al régimen del 31 (dos, incluyendo a él mismo, se exiliaron y otros dos fueron fusilados por Franco) y uno se unió a los nacionales. Jesús terminó la guerra como coronel de la República, pero sus opiniones fueron muy críticas con la línea oficial de los dirigentes de su bando. A juicio de Pérez Salas, la República entregó su táctica militar a la Unión Soviética, lo que fue uno de los motivos de su derrota frente a las tropas más disciplinadas de los nacionales. El economista y escritor Fernando Calvo González-Regueral, uno de los mayores expertos en la bibliografía del conflicto, ha participado en la edición de la colección. Calvo hace suya la frase del filósofo Julián Marías («Los justamente vencidos y los injustamente vencedores») para defender una visión de la Guerra Civil «sin buenos ni malos». «No se ofende a nadie por estudiar la verdad», sostiene el autor de ‘Guerra Civil Española. Los libros que nos la contaron’, que cree que «las escuelas que están abordando la contienda actualmente se han polarizado al socaire de la Ley de la Memoria Histórica, que no por culpa de ella», aclara.

«Se ha contado bien»

En opinión de Calvo, la Guerra Civil «se ha contado bien». «Ha habido muy buenos historiadores que la hayan tratado, como por ejemplo, los primeros hispanistas», explica. «La culpa ha estado en los lectores», ironiza el escritor. «Los de derechas sólo han querido leer a historiadores de derechas y los de izquierdas, a los de izquierdas», asevera Calvo, partidario de desmontar algunos mitos. «Se habla mucho de la ideologización de los soldados, pero la mayoría eran de reemplazo. Es decir, apenas el 10%, aproximadamente, eran milicianos o sublevados convencidos. Para el resto, donde te tocó, te tocó», apunta. Su testimonio lo comparte la escritora y periodista Angeles López: «Los rusos han cerrado sus gulags y los alemanes se han reconciliado con su pasado».

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