Crecimiento exponencial
La ingeniera, con uno de los robots sociales con los que trabaja. RAMIRO
La utilización de robots en los distintos ámbitos económicos y sociales registra en los últimos años un crecimiento exponencial, y las investigaciones se aceleran para dotar de nuevas habilidades y aplicaciones a unas herramientas que se consideran ya básicas hoy, pero que serán imprescindibles en el futuro. El desarrollo en el ámbito asistencial y social, en los que trabaja entre otros el Grupo de Robótica de la ULE, es uno de los que más se está investigando.
«Según la Federación Internacional de Robótica, en 2019 el volumen de ventas de los robots de servicios para uso profesional creció un 32% en todo el mundo», explica Claudia Álvarez Aparicio. «De todas las áreas, el de la robótica médica es el que acapara el 47% de la facturación total. Eso no quiere decir que se vendan muchos, sino que son muy costosos, porque son muy sofisticados. Un ejemplo es el Da Vinci, que se utiliza en cirugía».
También registra un fuerte crecimiento la robótica dedicada al mundo de la logística: «Sus ventas y arrendamientos se han incrementado un 110% el año pasado. Se utiliza en los almacenes, para el transporte de materiales,... De todas formas el proceso de digitalización de la industria y las mejoras en los procedimientos de fabricación han impulsado con fuerza este sector. Hay ámbitos, como el de las farmacias, que en muchos casos tienen la totalidad de su logística digitalizada».
En el campo
La robótica del campo también está registrando un fuerte desarrollo, tanto para agricultura como para la ganadería. «La previsión es que la situación causada por la covid incremente en más del 30% las ventas de herramientas robotizadas al sector agrícola. Un sector en el que la mano de obra proveniente de otros países era importantísima, para funciones como la recolección. Pero ahora las limitaciones de movilidad están dificultando la ejecución de estas funciones, así que se está invirtiendo más en robotizarlas».
En cuanto al campo de la robótica de servicio, el que se destina a los usos personal y doméstico, «las ventas se incrementaron el año pasado un 34%, no en facturación sino en número de unidades. Se trata de un mercado más masivo, que incluye desde los robots aspiradoras a los cortacésped, el entretenimiento,... Los precios unitarios han registrado un fuerte descenso en los últimos tiempos», señala la investigadora.
Por lo que se refiere al ámbito asistencial y social, «la robótica tiene un mercado en crecimiento, sus ventas se incrementaron un 17% en 2019. Están orientados sobre todo al mundo de la investigación, son productos de alta tecnología y requieren de una gran inversión en investigación y desarrollo».
La robótica social «tiene como objetivo ayudar a las personas en los diferentes ámbitos del día a día, desde el doméstico a los negocios. Y para ello es fundamental conseguir la generación del comportamiento autónomo de las máquinas».