Diario de León

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Cuestión de piel

Eficiencia y ahorro. Mejor calidad asistencial, menos gasto sanitario, formación para el colectivo médico y soluciones rápidas para problemas que no deben ir a más. La tesis de Camino Prada ha sido premiada por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid

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León

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Acudir a los dermatólogos para diagnosticar y tratar problemas de la piel que surgen durante los ingresos hospitalarios, sea cual sea el motivo que los origine, permite solucionar la mayor parte de las reacciones con tratamientos que no implican tomar más medicinas, dar en la diana desde el primer momento sin necesidad de complejas pruebas, atender precozmente los síntomas y, además, una formación adicional para el colectivo médico. Todo ello se traduce en una mejor calidad asistencial y una reducción del gasto sanitario. No es una realidad a ignorar: menos del 20% de los diagnósticos de problemas dermatológicos que dan los médicos de otras especialidades no coinciden con los que finalmente ofrecen los dermatólogos, y además éstos recetan en mucha mayor medida tratamientos tópicos, frente a una mayor ingesta de medicamentos que supone atender a las propuestas del resto del colectivo médico. Los problemas dermatológicos que presentan los pacientes ingresados en hospitales son por enfermedades comunes, no graves y de fácil manejo. Sobre todo reacciones a antibióticos. Los especialistas en la materia ofrecen tratamientos más certeros, inocuos y efectivos. La solución está en un adecuado recurso a las interconsultas hospitalarias.

Son algunas de las conclusiones de la tesis defendida por la doctora Camino Prada García, titulada Estudio epidemiológico de las interconsultas hospitalarias solicitadas al servicio de Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de León, y que ha sido premiada por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid. El día 17 de este mes Prada recibe el premio Resurrección del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, y será nombrada académica corresponsal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid.

La reacción a los fármacos es más frecuente. Oncología y geriatría son los servicios que más demandan a dermatología

Su tesis se ha realizado en el Programa de Doctorado en Investigación Aplicada a las Ciencias Sanitarias, la defendió el pasado 1 de octubre en la Facultad de Veterinaria de León y ha sido dirigida por Ana María Carvajal y José Manuel Gonzalo.

Las conclusiones de su trabajo de investigación señalan que las afecciones dermatológicas en pacientes hospitalizados son muy frecuentes, y se deben «principalmente a enfermedades comunes, no graves y de fácil manejo». Por eso su trabajo se ha centrado en «identificar mejoras en la práctica clínica, tanto a través de la formación en temas dermatológicos, necesarios para reconocen cuadros comunes como los eccemas, como a través de la mejora de la calidad asistencial. Se trata además de reducir interconsultas innecesarias, lo que repercutiría en una reducción del gasto sanitario al ahorrar en tratamientos indebidos y estancias hospitalarias más breves».

La tesis de Camino Prada, realizada en el Centro Asistencial Universiario de León sobre cientos de pacientes (casi 800), evidencia que cuando los médicos de otras especialidades acuden a las interconsultas hospitalarias con dermatología se da un porcentaje muy alto de casos en los que se cambia el diagnóstico. «La concordancia terapéutica entre el tratamiento pautado por los médicos solicitantes de la interconsulta y el dermatólogo fue inferior al 20% de los casos. Lo que permite concluir que acudir al dermatólogo implica una mejora significativa en la calidad asistencial de los pacientes ingresados, y además una disminución en las comorbilidades (los trastornos que aparecen a mayores de la dolencia principal).

La interconsulta hospitalaria permite a los especialistas ofrecer una atención integral al paciente, aunque está poco valorada. Los pacientes ingresados presentan con frecuencia afecciones dermatológicas, cuya solución mejora consultando a los especialistas

Prada defiende que estas interconsultas con los dermatólogos son «una herramienta útil para la reducción del coste sanitario, ya que permite en la mayoría de los casos realizar un diagnóstico adecuado sin necesidad de incrementar de forma significativa las pruebas adicionales ni los tiempos de hospitalización. De hecho, el 95% de las interconsultas se resolvieron en la visita inicial realizada por el dermatólogo, y en más del 70% de los casos no fue necesaria ninguna técnica diagnóstica adicional».

A mayores, en más del 75% de los casos el dermatólogo prescribió algún tipo de tratamiento. «Se incrementó el número de pacientes que que recibió tratamiento para su proceso cutáneo, se evito la prescripción de fármacos innecesarios y se modificó la vía de administración de algunos medicamentos, favoreciendo la vía tópica frente a la parenteral». Un conjunto de circunstancias que se tradujo en «un diagnóstico adecuado y un tratamiento correcto y precoz, limitando tanto el tiempo de estancia hospitalaria como la necesidad de asistencia ambulatoria posterior al alta».

La tesis desarrollada por Camino Prada sobre el estudio de los pacientes del Hospital de León evidencia que la mayoría de las patologías que se presentan no son graves y es fácil tratarlas con el diagnóstico adecuado. «La mayoría son de fácil manejo, sobre todo exantemas medicamentosos, eccemas, intértrigo o psoriasis. De hecho el 95% de los casos se resolvieron con una consulta inicial con el dermatólogo, sin que fuera preciso un seguimiento dermatológico al alta en más del 75% de los pacientes atendidos. Y la mayoría de los tratamientos fueron por vía tópica».

La realidad, según demuestra el estudio, es que la mayor parte de los problemas que se presentan en los pacientes hospitalizados responden a reacciones cutáneas adversas a medicamentos. Este apartado suma más del 12% de las interconsultas realizadas. «El exantema medicamentoso es la toxicodermia más frecuente, y en cuanto a los fármacos involucrados destacan los antibióticos, especialmente la vancomicina». Oncología y geriatría son las especialidades que presentan una mayor frecuencia en cuanto a las reacciones cutáneas adversas a los medicamentos se refiere, «lo que se justifica por el hecho de que estos pacientes suelen estar polimedicamentados, tanto por su patología base como por su avanzada edad».

El estudio refleja también que las interconsultas suponen una «importante actividad formativa para los médicos residentes, ya que les permite tener acceso a pacientes con enfermedades agudas y graves que no son observados de manera habitual en la consulta de dermatología». Es el caso de las toxicodermias, vasculitis o enfermedades ampollosas autoinmunes. Una formación que incluye también a los facultativos no dermatólogos, ya que «les permite aprender a reconocer y tratar algunas de las afecciones cutáneas más comunes». Una situación que tiene especial trascendencia en el servicio de Medicina Interna, el principal demandante de interconsultas dermatológicas.

Camino Prada se licenció en 2007 en Medicina por la Universidad de Valladolid y realizó la especialidad de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología en el Complejo Asistencial Universitario de León entre 2008 y 2012, en el que trabaja como facultativo especialista. Cursó estudios de doctorado y obtuvo la Suficiencia Investigadora en Medicina por la Universidad de Valladolid en 2009; y es doctora por las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, León y Tràs-os-Montes e Alto Douro en 2019 con la calificación de sobresaliente Cum Laude por esta tesis.

Experta universitaria en Dermatología Clínico-Quirúrgica por la Universidad de Alcalá y en Probabilidad y Estadística en Medicina por la Uned, ha desarrollado labores docentes como profesora externa en Máster Universitario en Investigación en Medicina de la Universidad de León. Es miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

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