Diario de León

Generar valor social

Una economía transformadora

Talleres de generación de ideas de emprendimiento social y financiación alternativa son algunas de las propuestas de Social Soluciones en su manual de buenas prácticas en el mundo rural. Formación y creación de redes, sus propuestas para crecer

León

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La economía social y el cooperativismo tienen fuerte implantación y grandes proyectos empresariales en otras zonas del país, aunque en León están asentados fundamentalmente en el medio rural. El condicionante cultural y la «carencia endémica de servicios básicos» limita su crecimiento, pero estas iniciativas son cada vez más una herramienta para una nueva forma de innovar y emprender. La economía social persigue no sólo la rentabilidad, sino un impacto positivo en el entorno. El cooperativismo, una nueva forma de decidir y de afrontar los objetivos y la reinversión de los beneficios. Las posibilidades y los ejemplos de iniciativas en la provincia crecen y adquieren nuevas habilidades empresariales sin renunciar a sus principios. Desde Social Soluciones un equipo multidisciplinar de profesionales no sólo apoya y asesora estas propuestas, sino que desarrolla una amplia tarea formativa y de análisis. El objetivo: avanzar en una economía transformadora.

«El objetivo de la economía social es transformar la economía, desde valores como el apoyo mutuo, la cooperación entre iniciativas, la solidaridad y la toma de decisiones de forma democrática. Desde luego, los retos que tenemos por delante pueden hacer que nos sintamos demasiado pequeños para lograr cambiar nada, pero hay muchas decisiones que tomamos diariamente que construyen la sociedad que nos rodea, también en lo económico». Así lo explican desde el equipo de Social Soluciones. Señalan que decisiones coomo «dónde compramos, qué tipo de productos son, qué condiciones laborales estamos promoviendo, a qué dedica nuestros ahorros el banco en el que los tenemos depositados, cómo es el cuidado de las personas en nuestra vida cotidiana…» contribuyen a esa transformación. «Se trata de poner en valor la responsabilidad individual y la inteligencia colectiva para construir el presente en el que queremos vivir».

El modelo de negocio que se apoya desde social soluciones genera valor social, ambiental y también económico

El equipo de Social Soluciones está formado por María Ramón, con una amplia experiencia en la constitución de empresas de economía social y cooperativas; Francisco Balado, experto en el ámbito de la asesoría y gestión empresarial y fundaciones; José Luis Ibáñez, de la cooperativa 1A Consultores, dedicada a la consultoría y planificación estratégica de la empresa y Germán Ferrero, formador y experto en técnicas de facilitación de grupos y generación y creación de ideas.

El proyecto surge «de la colaboración entre varios profesionales de los ámbitos de la asesoría empresarial, la consultoría y la formación para apoyar la economía social y solidaria y el cooperativismo en nuestro territorio, es decir, actividades que tengan como finalidad generar valor social, ambiental y económico, tanto para sus integrantes como para el conjunto de la sociedad».

Social Soluciones se constituyó en diciembre de 2014 como cooperativa sin ánimo de lucro, «es decir, en caso de beneficios obligatoriamente no nos lo podemos repartir si no que, los reinvertimos en nuestro objeto social, siendo nuestra filosofía de empresa la que se basa en los principios del cooperativismo de gestión democrática y participativa, apoyo mutuo y remuneración en función del trabajo aportado y no del capital. De hecho nuestra cooperativa es socia de la Unión Leonesa de Cooperativas (Ulecoop), entidad perteneciente a la Asociación Cooperactivas, e integrante de Reas, Red de Economía Alternativa y Solidaria de Castilla y León».

Entre sus iniciativas más destacadas están «muchos proyectos empresariales a lo largo de la provincia y la Comunidad autónoma, así como talleres de generación de ideas de emprendimiento social». Actividades de las que han surgido guías como el Manual de buenas prácticas para el emprendimiento social en el ámbito rural (disponible de forma gratuita en sociasoluciones.coop).

Sectores más emprendedores

El equipo de Social soluciones reconoce que «si miramos otras regiones en las que la economía social es mucho más activa, especialmente Cataluña, encontramos proyectos empresariales muy grandes. Un ejemplo es la cooperativa de comercialización de energía eléctrica procedente de renovables Som Energía, con más de 60.000 socios, y muy innovadores, como la cooperativa Som Mobilitat para compartir el uso de vehículos eléctricos compartidos».

Sin embargo, «en el caso de nuestro territorio el emprendimiento social, salvo excepciones, ahora mismo es esencialmente rural. Se trata de iniciativas que van desde la producción y transformación de alimentos de proximidad al aprovechamiento de recursos forestales, el impulso de espacios culturales o el turismo sostenible». Son los casos de emprendimiento más habituales, pero también hay empresas que desarrollan actividades de educación ambiental, desarrollo de software, arquitectura, mejora de la calidad de vida, artesanía o comercio justo.

El modelo de negocio de la economía social genera ya el 5,5% del pib a nivel nacional, y está creciendo en León

A la hora de analizar qué posibilidades de desarrollo del mundo rural se abren con este tipo de iniciativas, y cómo pueden contribuir a frenar problemas como por ejemplo el de la despoblación, los expertos inciden en que «los problemas del mundo rural no sólo son económicos, que también. De hecho en los pueblos hay negocios que cierran a pesar de ser rentables, porque quien los ha llevado a lo largo de toda su vida se jubila y no hay nadie dispuesto a continuar con él».

En todo caso, destacan que existe «también un componente cultural. Vivimos en una cultura eminentemente urbana, e incluso quien tiene trabajo en un pueblo a menudo tiene su casa en la capital o en la cabecera de comarca (maestros, médicos e incluso agricultores). Además hay una carencia endémica de servicios básicos, desde comunicaciones a transporte público o sanidad, y un escaso apoyo de la Administración, que suele exigir los mismos requisitos a una pequeña explotación que a una diez veces mayor».

La evolución de las últimas décadas no ha contribuido sino a ahondar en este problema. «Aunque no sea políticamente correcto decirlo, la entrada en la Unión Europea ha perjudicado especialmente al campo leonés. Por un lado pagando por dejar de producir y eliminando así explotaciones en un sector clave como es el primario, el único en el que el ámbito rural tiene una ventaja diferencial en términos productivos. Y por otro, al orientar toda la economía española hacia los servicios, especialmente el turismo».

Las propuestas que incentiva y asesora Social Soluciones tienen muy en cuenta esta realidad. «Las iniciativas de las que estamos hablando no son ni intentan ser una varita mágica que resuelva todos los problemas, pero desde luego pueden contribuir a aprovechar los recursos naturales de forma sensata, y construir alternativas que permitan situar a las personas y al entorno en el centro de las relaciones económicas. Hablamos de muchas pequeñas iniciativas, por eso es fundamental la creación de redes entre ellas, una de estas redes de ayuda mutua es la Asociación Cooperactivas de la que también formamos parte».

En el Manual de buenas prácticas para el emprendimiento social en el ámbito rural los expertos analizan una serie de técnicas de creatividad y generacion de ideas, para ser aplicadas al emprendimiento. «Antes de poner en marcha cualquier iniciativa es necesario un proceso de investigación para conocer el territorio y el propio sector, saber qué se está haciendo en otros lugares y cómo, qué problemas pueden haber surgido, qué oportunidades. Éste es el primer paso de cualquier proceso creativo. A partir de ahí comienza el diseño del propio proyecto, que debe ser lo suficientemente flexible y realista para que sea viable».

Siguiendo esta estrategia se realizan las labores de formación, a las que Social Soluciones presta especial atención. «En las formaciones que ofrecemos empleamos herramientas y dinámicas para identificar colectivamente recursos y necesidades, posibilidades de cada iniciativa de autoempleo, cómo minimizar los riesgos creciendo poco a poco a medida que generamos ingresos, cómo diversificar esa entrada de ingresos, o cómo promover un impacto positivo en el entorno con esa actividad económica».

En la guía se abordan necesidades globales como la crisis ecológica, la precarización del mercado laboral o la creciente concentración de la riqueza. ¿Cómo pueden iniciativas como las que se promueven desde esta cooperativa hacer frente a este tipo de situaciones? «Precisamente el objetivo de la economía social es transformar la economía fomentando este tipo de valores. Y muchas de las pequeñas decisiones que tomamos cada día contribuyen a ese cambio».

Por lo que se refiere a las propuestas y soluciones que aportan los sistemas cooperativos al modelo económico, desde Social Soluciones señalan que «aportan respuestas a necesidades sociales. Y son resorte y pilar de desarrollo local, pues donde se asientan se generan nuevas oportunidades, se fija población y se regenera la comunidad porque los principios en los que se basa la economía cooperativista pone en el centro la satisfacción de demandas sociales».

Añaden que hay que «tener en cuenta que estamos hablando de generar economía basada en la satisfacción de la necesidad personal y de aportar valor a la comunidad. En los sistemas cooperativos las personas que son nuestros clientes o beneficiarias también forman parte de nuestro proyecto y las empodera, porque no se persiguen fines lucrativos sin más y a costa de lo que sea. Su desarrollo supone un reto, pues requiere una gestión eficiente responsable, participativa, transparente, autónoma y sostenible que requiere preparación, colaboración y participación en la sociedad y en el entorno. Para eso está Social Soluciones y las redes de economía social y solidaria en las que trabaja».

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