Lo que esconde Plocán

El sumergible científico tripulado Ictineu 3 explora el talud del campo de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocán), para conocer en detalle, con imágenes de alta resolución en 4K, cómo son los fondos donde se prueba lo último en tecnología marina.

En una campaña repartida entre octubre de 2019 y enero de 2020 por imperativo de las condiciones meteorológicas, este submarino de fabricación española ha puesto al servicio de Plocán la capacidad tecnológica que le convierte en el noveno sumergible de mundo con mayor profundidad operativa (y el segundo de la UE).

El consorcio científico público Plocán dispone en Gran Canaria de una extensión marítima de 24 kilómetros cuadrados reservada oficialmente por el Estado para acoger todo tipo de ensayos y experimentos con nuevas tecnologías marinas, tanto en lo que concierne a vehículos, como en lo que atañe a energías limpias.

Hasta el momento, Plocán ha conseguido liderar en el segmento de la exploración marina con planeadores autónomos no tripulados («gliders») y acoge ya las pruebas de varios prototipos de aerogeneradores flotantes y de sistemas de energía undimotriz.

En breve, comenzará a volcarse en una de las tecnologías a las que se augura más futuro, las plataformas flotantes, que prometen abrir el campo de operaciones de los parques eólicos marinos, hasta ahora casi exclusivamente emplazados en zonas de costa lo suficientemente someras como para que los aerogeneradores se apoyen en el fondo.

Plocán dispone de batimetrías detalladas de los fondos marinos de sus campo de ensayos y de un catálogo muy preciso de sus características, pero, en realidad, casi no los ha visto.

Eso es lo que está aportando Ictineu 3, un submarino que esta campaña ha llevado a tres personas a lo largo del talud donde los fondos que circundan la isla de Gran Canaria comienzan a caer desde profundidades relativamente bajas hasta los 600 metros.

«Poder disponer de tecnología, en este caso española, nos permite conocer mucho mejor nuestra zona de ensayos para trabajos a futuro en los cuales vamos a necesitar ubicar plataformas y dispositivos a esas profundidades, pues contar con vídeos de alta calidad de las zonas en detalle nos ayudará trabajar con mayor efectividad, a dar un mejor servicio y a mejorar en seguridad», señala el coordinador de vehículos autónomos de Plocán Carlos Barreda.

La directora de Operaciones de Itineu Submarins, Carme Parareda, detalla que estos días su sumergible ha inspeccionado el talud adyacente a Plocan, a profundidades que van desde 60 a 450 metros, filmando sus hábitats, comprobando la composición de sus fondos e incluso tomando datos de las corrientes de la zona.

«Los fondos son, sobre todo, arenosos con algunas zonas de afloramiento rocoso y con unos hábitats muy, muy interesantes, totalmente diferentes del resto», ha detallado.

Respecto a la capacidad de su submarino, reconoce que mil metros de profundidad de inmersión puede no parecer mucho, teniendo en cuenta que el hombre ha descendido a la máxima profundidad de los océanos (11.000 metros, en la fosa de Las Marinas), pero bastan para explotar buena parte de los fondos marinos del planeta, de los que en la actualidad no se conoce más que un 5 por ciento.