PONER REMEDIO A TIEMPO
CUESTIÓN DE AUTOESTIMA. El rendimiento escolar es el primer eslabón de relación de los niños con los grupos. Una dificultad superable si se trata (a menudo apenas problemas de escritura o lectura) puede determinar el futuro profesional y social de los pequeños
«La autoestima de los más pequeños está muy relacionada con el entorno académico. Cuando crecen un poco aparecen las cuestiones que tienen que ver con el grupo, pero al principio es importante para ellos sacar buenas notas. Si se detecta que estas no llegan, que hay problemas, es necesario analizar las causas para poner remedio cuanto antes». María del Pozo, psicopedagoga y socia fundadora de DEA Class, recuerda que no abordar a tiempo las causas que originan este distanciamiento del resto pueden dar lugar en el futuro a problemas de autoestima. «Que nos niños no lleguen a convencerse de que pueden conseguir sus objetivos, o no se sientan suficientemente valorados».
La imposibilidad de abarcar todos los problemas de aprendizaje que surgen en las aulas actuales se han acrecentado con la pandemia, desde el confinamiento a las nuevas fórmulas de relación telemática con los alumnos. «En general no hay suficientes recursos para atender estas circunstancias, sobre todo de personal. En cada clase hay varios casos de niños con problemas, y cada uno tiene el suyo. Es difícil abarcar suficientemente todos los supuestos que se plantean. Por ejemplo los orientadores tenemos que evaluar las necesidades psicopedagógicas, y las evaluaciones llevan un tiempo, al que hay que sumar los tratamientos y la atención».
Lo cierto es que los alumnos que presentan alguna dificultad que no se trata suficientemente o de la manera adecuada acaban arrastrando un retraso «en el que a menudo el problema es que no se ha indagado exactamente de dónde viene, Eso provoca que se sumen tropiezos, que a la larga les alejan de su grupo y pueden crear frustraciones. Y problemas de autoestima. Un alumno que se esfuerza, pero suspende, y no sigue el ritmo de los demás, acaba cargando con una serie de problemas de autoestima y de relación con los demás que se agudizan con el tiempo. Y el origen puede ser, a menudo, un simple problema de lectura, por ejemplo».
Situación en pandemia
La situación académica y social de la pandemia no ha venido sino a agravar estos problemas. María del Pozo insiste en que en todo caso «las dificultades de aprendizaje no están relacionadas con la falta de trabajo por parte del alumno. Simplemente son niños que trabajan mucho, pero que siguen suspendiendo. Y eso es muy frustrante para ellos. Porque su rendimiento académico es lo primero que marca su relación con el entorno».
La principal consecuencia de no abordar estos tropiezos se traduce en una falta de convencimiento sobre la propia capacidad para lograr los objetivos que se marquen, que puede hacer perder, por ejemplo, valiosas vocaciones.
La situación de pandemia ha trastocado además la rutina de los pequeños en su aprendizaje. «Los que van bien pueden tener retrasos curriculares, pero si se tienen dificultades añadidas para seguir el ritmo del grupo el problema se acrecienta».