startups Smile and Learn. Emprendora en el MIT

El mítico MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, lleva 150 años buscando soluciones al futuro de la humanidad, seleccionando a quienes van a cambiar el mundo con la tecnología. Ahí lleva dos años la leonesa Blanca Rodríguez, creadora de la plataforma educativa Smile and Learn. En el MIT se encarga de buscar las startups de mejor desarrollo y a los mejores emprendedores dentro de los estudiantes del campus tecnológico más famoso del mundo. Acaba de ser seleccionada como una de las 75 mujeres de referencia de España. Con 28 años, ha trabajado ya con los equipos de inversión de dos fondos estadunidenses de capital riesgo, el Founder Collective y el Rough Draft Ventures. En este último, estudiantes de escuelas de todo Estados Unidos invierten en startups creadas por otros estudiantes. Es su especialidad: estudia el segundo año del máster de Dirección de Empresas en la escuela de negocio de Sloam y se está especializando en emprendimiento e innovación.

Todo eso lo probó ya antes de ser admitida en el MIT. Emprendimiento, innovación y dirección de empresa. Lo ha hecho en su gran proyecto vital, una plataforma educativa que combina la tecnología con la educación para niños.

«Nuestro objetivo en Smile and Learn es mejorar el aprendizaje y entretenimiento en dispositivos digitales gracias al análisis de Big Data. Hoy en día, los padres y educadores carecen de herramientas para monitorizar el progreso educativo del niño. Nuestro producto está pensado para reconectar a los padres con la educación de sus hijos», explica Blanca Rodríguez.

La Librería Inteligente de la aplicación móvil agrega contenidos de ocio educativo —juegos, cuentos y videos— para el niño y que a la vez desarrolla informes de progreso sobre el aprendizaje infantil para el padre o educador. La aplicación se puede descargar desde tablets o móviles en las tiendas de AppStore o Google Play.

«Ofrecemos un mes gratis de prueba y luego una cómoda suscripción mensual por menos de tres euros», apunta Blanca Rodríguez.

Esta innovadora leonesa asegura que a través de su plataforma tiene «un compromiso con la educación española».

«Por eso, ofrecemos de forma gratuita la Biblioteca Digital a colegios e instituciones educativas. Tres colegios con un perfil muy innovador de León y más de 50 en toda España ya sonríen y aprenden con Smile and Learn», explica.

También se ha introducido en Estados Unidos. «Allí hay mucho foco en la medición de resultados y en la mejora de los procesos educativos. Las escuelas invierten mucho en contenidos educativos y también en herramientas de evaluación del aprendizaje. En España, todavía falta mucha inversión en TIC para poder sacar el partido que tiene la tecnología en el aula. Herramientas como nuestra Biblioteca de Smile and Learn pueden contribuir y mucho a esa mejora», dice.

Blanca Rodríguez sostiene que la incorporación de las TIC en la educación «ha abierto grandes posibilidades para el aprendizaje de los niños».

«Sin embargo, no es suficiente dotar a las escuelas con pizarras digitales, tablets u ordenadores, abordar una verdadera innovación pasa por ofrecer materiales educativos de calidad. De esta reflexión nace Smile and Learn. Estamos convencidos de que a través de app educativas, como  juegos  y  cuentos,  podemos ofrecer un medio didáctico, cuyas opciones y oportunidades suponen un reto elemental en cualquier contexto educativo».

Por eso creó la startups Smile and Learn con un equipo multidisciplinar formado por educadores, ilustradores, programadores, marketing y asesores expertos junto con su socio Víctor.

Empezaron aportando fondos propios hasta que lograron financiación, fundamentalmente de organismo oficiales que creyeron en su proyecto. Entre ellos Enisa, Icex y Horizon 2020. Antes de lanzar la biblioteca testaron aplicaciones móviles sencillas, juegos y cuentos que han conseguido 300.000 descargas. Ahora estas aplicaciones están incluidos en la biblioteca inteligente que acaban de lanzar. Y han cerrado acuerdos con grandes plataformas de distribución. «Los números van a crecer en los próximos meses», vaticina.

De momento, han obtenido ya los premios Horizon 2020 y MIT Latam, y han sido finalistas en MIT 100K Business Plan Competition, Innovación Scolartic (Fundación telefónica) y Google for families.

Se nota el entusiasmo que pone Blanca Rodríguez en este proyecto. «Desde siempre me ha gustado escribir historias. Hace cinco años escribí una colección de cuentos para niños y se la enseñé a Victor Sánchez, padre de tres niños y cofundador de Smile and Learn. Nos dimos cuenta que era difícil hacer competir la lectura, y en general, la educación tradicional con la interactividad que hacen posible los videojuegos y tablets. Vimos la oportunidad de crear un producto único de ocio educativo para dispositivos móviles. Un producto que fuera beneficioso para el niño pero que además ayudase al padre a tener visibilidad del progreso del niño», cuenta.

«Los juegos educativos de Smile and Learn favorecen el  desarrollo de inteligencias múltiples  y refuerzan el aprendizaje de  competencias y contenidos educativos. Todos los juegos incluyen varios niveles de dificultad pensados para distintos niveles de desarrollo. Son aplicaciones 100% seguras, sin publicidad y diseñadas por educadores», añade.

Tiene un juego favorito. «Es el Family Trivia, un juego de trivial muy innovador porque permite jugar a todos los miembros de la familia juntos. La aplicación adapta la dificultad de las preguntas a la edad del jugador y así todos pueden jugar juntos». Y también un cuento favorito. Es ‘El Sueño de María’, que ha escrito también ella. «Un cuento que trabaja el valor de la cooperación, inclusión social y emprendimiento. Cuenta la historia de María que, una niña con discapacidad física, cuyo sueño es visitar el espacio. Por su cumpleaños, ella y sus hermanos construyen una nave espacial que les lleva a cumplir su sueño», dice.

«Quizás estoy un poco sesgada en la selección porque soy coautora de la historia», añade en un guiño de complicidad.

El MIT le ha dado a Blanca Rodríguez la oportunidad de formar parte para siempre de una de las mejores escuelas del mundo. «Ha sido un privilegio increíble y se lo debo en parte a la Fundación de Eduarda Justo, que apostó por mí becándome el programa. MIT me ha estimulado mucho a nivel intelectual y profesional. Me ha ayudado a convertirme en una mejor versión de mi misma. Animo a todo el que pueda a salir fuera que lo haga. A trabajar, a estudiar, lo que sea. Conocer otras realidades abre mucho la mente».

Cree que está en marcha «una revolución en la manera de enseñar en las aulas y las escuelas en los próximos cinco años. Según señalan expertos del mundo educativo, esta revolución vendrá propiciada por la introducción de las TIC y los dispositivos digitales en las escuelas.  Con estas propuestas innovadoras se espera convertir los colegios en entornos interactivos que desbancarán las formas tradicionales de aprendizaje y darán un giro al papel de los educadores y los estudiantes, usando dispositivos digitales como material didáctico infantil. Los dispositivos digitales, las tablets, pizarras digitales, las app, han redibujado el panorama educativo y han generado nuevas expectativas y oportunidades para enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje», dice con ímpetu.

«La innovación y la tecnología son una de las mejores formas de conseguir ese impacto», dice. Por eso está en el MIT, la escuela que lleva 150 años buscando a quienes son capaces de cambiar el mundo. Por eso y porque Blanca Rodríguez quiere «sencillamente» contribuir a mejorar la sociedad.

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