Una vocación precoz por la robótica

Claudia Álvarez Aparicio tiene en la informática su «pasión» desde pequeña. «Siempre supe que iba a estudiar esta ingeniería. Y en una excursión a Valencia con el instituto conocimos diversas universidades y nos enseñaron un grupo de robótica. Me pareció fascinante». Cuando estudiaba tercer curso de la ingeniería un profesor le ofreció entrar en el Grupo de Robótica de la ULE. «Es lo mejor que pudo pasarme». Era el año 2015. Desde entonces concluyó su carrera y realizó el trabajo fin de grado, tuvo un contrato de investigadora mientras hacía el Master en Ciberseguridad. De hecho ha colaborado con el Incibe, en detección de ciberamenazas. Ahora ha conseguido una beca predoctoral de la Junta, y está volcada en la investigación de su tesis.