Un accidente paraliza durante horas el aeropuerto de Aceh, vital para el reparto de ayuda

Dice un refrán español: «Vísteme despacio que tengo prisa». Y eso es lo que sucede en el sudeste asiático. Complicaciones sobre la mayor tragedia sufrida por el continente. Ayer, un accidente ocurrido en la única pista del único aeropuerto de la región de Banda Aceh con capacidad de recibir vuelos con ayuda humanitaria impidió el reparto de material. El Boeing 737 de carga que transportaba suministros para asistir a las víctimas del tsunami bloqueó la única pista en Banda Aceh, tras sufrir daños en su tren de aterrizaje por impactar en su descenso contra una vaca, lo que añadió una complicación inesperada a las operaciones. La falta de equipo pesado para mover el aparato, que en el choque vio afectado su tren de aterrizaje, retrasó el despeje de la pista durante horas. Mientras, centenares de miles de personas esperaban esa ayuda vital para muchos de ellos. La ONU ha advertido de que dos millones y medio de personas necesitan comida de manera urgente para poder sobrevivir. Además, los supervivientes del maremoto precisan agua potable y medicinas. «Que vivan los vivos». Con esta frase resumió un alto cargo de la ONU el principal objetivo del organismo internacional. Mientras, El ministro de Economía británico, Gordon Brown, propondrá al G-8 la congelación de la deuda externa de los países afectados por el seísmo en el sureste asiático. Brown ha mantenido «intensas conversaciones» con otros colegas del Gru-po de los Ocho, los países más industrializados, para conseguir una moratoria de los pagos de la deuda. La medida, que puede evitar la salida de los países afectados de miles de millones de dólares al año, puede ser anunciada en días. El titular de Economía considera que el alivio de la deuda es una parte importante de la ayuda a las regiones castigadas.