Diario de León

Una asesora de Blair, detenida por la venta de títulos honoríficos Detenido un asesor clave del líder chií antiamericano Al Sadr Washington teme un Pearl Harbour en el espacio

Publicado por
Andreas Landwehr - i. allende | londres j. manion | base de tallil
León

Creado:

Actualizado:

Scotland Yard apuntó ayer de nuevo hacia Downing Street dentro de las investigaciones por el escándalo de venta de cargos y títulos honoríficoss a cambio de donaciones al Parti-do Laborista. Si poco antes de Navidades la policía interrogó al primer ministro, Tony Blair, ayer lo hacía con su cercana colaboradora Ruth Turner, pero con un mandato judicial para poder arrestarla y bajo la sospecha de «obstruir el curso de la justicia». Conocida como el «guardián de Blair» por su puesto clave como directora de relaciones del Gobierno, Turner es la cuarta persona detenida en el marco del caso. Tras ser interrogada en una comisaría de Londres durante varias horas esta mujer de 36 años fue puesta por la tarde en libertad bajo fianza. El propio primer ministro salió en defensa de su colaboradora, indican-do que «Ruth es una persona de una altísima integridad y continúo mostrando mi total confianza en ella». Aunas informaciones señalaban que durante el interrogatorio al que Turner ya fue sometida en septiembre y el registro de su despacho, encontraron cierta correspondencia electrónica por la que ayer de nuevo fue interrogada. La policía agregó que esta nueva detención retrasará el envío de un informe final a la fiscalía sobre sus conclusiones, algo que tanto los partidos de la oposición, como la sociedad británica esperaban que ocurriera este mes. Esta oposición política era la que tras conocerse la detención de Turner hablaba de «intento de ocultación» por parte del Gobierno y en especial de la oficina privada de Blair. Angus MacNeil, parlamentario del Partido Nacionalista Escocés, dijo ayer que «el premier está con el agua al cuello, la investigación policial está en la cocina de Downing Street». El pasado año fueron arres-tados lord Levy, amigo de Blair, y recaudador de fondos del Partido Laborista; Christopher Evans, millonario del sector de la biotecnología que donó dinero al partido gubernamental, y el ex asesor del Ejecutivo Des Smith. Unas noventa personas han sido ya interrogadas por en relación con el caso. La polémica sobre la supuesta venta de cargos estalló en marzo pasado, después de que miembros del partido ta revelasen que la formación recibió casi 20 millones de euros en créditos blandos procedentes de doce empresarios para sufragar la campaña electoral del 2005. Algunos de esos hombres de negocios fueron más tarde designados para ocupar un escaño en la Cámara de los Lores. Hasta ahora, la policía ha detenido a tres personas en relación con la supuesta venta de títulos por donaciones y préstamos a bajo interés al gubernamental Partido Laborista. Durante el interrogatorio que Scotland Yard sometió a Blair, éste dio explicaciones en relación con las razones por las que él mismo había propuesto a algunas personas para recibir un título honorífico, explicó un portavoz de la vivienda oficial del primer ministro. El secretario de Defensa de EE.UU, Robert Gates, llegó ayer a Irak para abordar la situación en el país con los comandantes estadounidenses y británicos, pocas horas después de que sus tropas capturaran a uno de los asesores clave del líder chií antiamericano, el jeque Abdul Hadi al Dareyi. Sus milicianos y seguidores, el barrio de Bagdad conocido como Sadr City, se declaraban en estado de sitio y listos para resistir. Al Dareyi fue detenido por tropas iraquíes y estadounidenses cerca de Sadr City, bastión de la milicia del líder radical. Según una entrevista que publicó ayer el diario italiano La Repubblica, el clérigo Al Sadr se siente amenazado incluso por sus seguidores más fieles, por lo que ha escondido a su familia y no duerme nunca en el mismo lugar. Critica al actual Gobierno y dice que nunca se fió del primer ministro Nuri al Maliki, del que siempre sospechó «que estuviese manipulado» y que incluso le llegó a confesar que «estaba obligado a luchar» contra la corriente chií. Batalla en Sadr City Además, anuncia que el Gobierno ya ha comenzado una batalla contra su milicia, con el arresto de 400 de sus hombres, pero añadió que se defenderán duramente. Uno de los nuevos compromisos exigidos por Washington al Gobierno iraquí es el desmantelamiento de las milicias chiíes, entre ellas la de Moqtada al Sadr, acusadas de atentar contra la minoría suní. La detención de Al Dareyi coincidió con la emisión de un comunicado del mando militar estadounidense en el que se anunció la captura de un «importante cabecilla» chií de un escuadrón de la muerte, acusado del «secuestro, la tortura y el asesinato de civiles iraquíes» en Bagdad. El jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, el general George Casey, afirmó que espera que la nueva estrategia de Washington en el país del Golfo dé resultados cuando termine el verano boreal. Tras una reunión con Gates, el general Casey, quien dejará su puesto en breve, se mostró prudente sobre este plan destinado a romper el ciclo de violencia religiosa, sobre todo en Bagdad. «Por ahora todo va bien, pero tenemos un largo camino por recorrer», declaró en la base aérea de Tallil, cerca de Nasiriya. Precisó que habría que esperar al final del verano para constatar resultados y evaluar cuánto tiempo permanecerán los 21.500 militares de refuerzo. El lanzamiento de un misil antisatélite chino desde la Tierra demuestra de forma dramática las nuevas capacidades militares de ese país. Estados Unidos está alarmado, ya que es muy vulnerable por su gran red de satélites de comunicación civil y militar. Por eso, durante más de una semana, Washington, irritado, ha mantenido en secreto lo que sabía, hasta que se ha ido filtrando. La cúpula comunista declara que sus intenciones son pacíficas, pero su libro blanco dice que el uso con fines pacíficos del espacio sirve también a la «seguridad nacional». EE.UU. piensa que es un «candidato atractivo para un Pearl Harbour en el espacio», y hace un mes acusó a una serie de estados que aspiran a tener la capacidad de encontrarse con sistemas espaciales norteamericanos, atacarlos y destruidos. Y advirtió de que se defenderán.

tracking