China «no dudará en iniciar una guerra» por Taiwán
Taiwán se puede convertir en la nueva Ucrania. Las últimas declaraciones de China avivan la llama de una creciente tensión en el este de Asia que está a punto de explotar. ¿Podría acabar en guerra? Desde luego es una posibilidad para Pekín. El ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, aseguró ayer que «lucharemos a toda costa y hasta el final», e incluso subrayó que su país «no dudará en iniciar una guerra» para evitar la independencia de Taiwán. Mientras, EE UU denunció una actividad militar «provocadora y desestabilizadora» de China cerca de Taipéi.
«Vemos una creciente coacción de Pekín. Aviones volando cerca de la isla en cifras récord en los últimos meses y casi a un ritmo diario», advirtió el secretario de Defensa, Lloyd Austin, en el Diálogo de Shangri-la, un foro de seguridad en Singapur.
Estas actuaciones son solo una gota más en un vaso muy lleno. En los últimos meses las ya altas tensiones se han agudizado entre Washington y Pekín por Taiwán, una isla con un Gobierno democrático y separada de China desde 1949, cuando los nacionalistas derrotados por los comunistas de Mao Zedong se evacuaron en Taipéi. El gigante asiático considera como su provincia a este territorio de 24 millones de habitantes e insiste en su objetivo de recuperarlo tarde o temprano, por la fuerza si es necesario. Su reunificación, aseguró el ministro de Defensa, «será una realidad». También advirtió de que cualquier «injerencia extranjera» para ayudar a Taiwán a lograr su independencia «está condenada al fracaso. Solicitar apoyo extranjero no funcionará, ¡y no deberían pensar en eso!», bramó.