Diario de León

Gaza, la eterna reconstrucción

La bloqueada Franja, forzada a reconstruirse una y otra vez tras ser objetivo sistemático de Israel Biden quiere avanzar hacia la solución de dos Estados en Oriente Medio pero no ahora

Vecinos de una de las calles de Gaza atacadas por Israel caminan entre los escombros. MOHAMMED SABER

Vecinos de una de las calles de Gaza atacadas por Israel caminan entre los escombros. MOHAMMED SABER

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Voluntarios gazatíes cargados con escobas barrían ayer, tercer día de tregua, las calles de la ciudad de Gaza, retirando la metralla, los casquetes, las rocas y el polvo que dejaron once días de escalada bélica.

La campaña ‘Reconstruimos Gaza’, lanzada por la municipalidad, sacó a cientos de jóvenes dispuestos a levantar sus vecindarios, cuando la comunidad internacional, una vez más, vuelve a echar cuentas para reconstruir la superpoblada franja palestina, lastrada por el bloqueo y tras otra operación militar israelí.

«Un mensaje que he escuchado repetidamente es que la gente en Gaza está más traumatizada que nunca, que se siente impotente y que ya no tiene esperanza. Los padres dicen que no pueden asegurar a sus hijos que esto no volverá a suceder. ¿Cómo hacerlo después de tantas guerras?», declaró la coordinadora humanitaria de la ONU en la región, Lynn Hastings, en una visita al dañado enclave costero.

«Este es nuestro país y reconstruiremos todo lo que destruyó la ocupación (israelí). Mientras estemos vivos, lucharemos con una mano y construiremos con la otra», declaró Samira Shayah, estudiante universitaria de 22 años mientras limpiaba el asfalto de la calle Omar al Mughtar.

Con un grupo de jóvenes, de diez hombres y seis mujeres, despejaban las carreteras llenas de escombros en torno a la torre Al Shoroq, que tenía catorce plantas, una de las cinco torres destruidas por los bombardeos israelíes en respuesta a los cohetes que lanzan las milicias de la Franja.

Durante el intercambio de fuego, los ataques de Israel por tierra y aire destruyeron gran parte de la infraestructura, incluidas carreteras y calles principales.

Más de mil unidades residenciales y comercios, 56 instalaciones educativas, seis hospitales y once clínicas han quedado afectadas y 800.000 personas tienen hoy problemas de acceso a agua regular, por los daños en el servicio de distribución, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

El subsecretario del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda en Gaza, Naji Sarhan, aseguró que más de 10.000 viviendas resultaron parcialmente dañadas, según las estimaciones iniciales.

Sarhan calcula que las pérdidas económicas por la demolición de edificios e instalaciones residenciales ascienden a más de 123 millones, y que el Ministerio, controlado por el movimiento islamista Hamás, necesita al menos 287 millones para reconstruir el sector de la vivienda, que sufrió graves daños.

Las oficinas gubernamentales, cerradas al inicio de las hostilidades el 10 de mayo, volvieron a operar ayer y el portavoz del Ejecutivo islamista, Salama Marouf, adelantó la creación de un consejo de reconstrucción formado por el gobierno de Hamás, organizaciones de la sociedad civil y donantes de los territorios palestinos y del exterior.

«La escalada ha exacerbado una situación humanitaria ya terrible en Gaza, generada por casi 14 años de bloqueo y divisiones políticas internas, junto con hostilidades recurrentes», dijo Hastings, la coordinadora humanitaria de la ONU, quien pidió «un diálogo serio para lograr una solución justa y duradera para todos».

Los enfrentamientos de esta última escalada bélica, la peor desde 2014, han costado la vida de al menos 248 palestinos, incluidos 66 menores. Doce personas, dos de ellas menores, han muerto en Israel durante estos once días de intercambio de fuego.

El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, quiere caminar hacia una solución de dos Estados —uno palestino y otro israelí— para el conflicto de Oriente Medio, pero no ahora, porque ve otras prioridades después de la reciente escalada bélica entre Israel y Hamás. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se prepara para viajar el miércoles a la región.

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