El Gobierno búlgaro rechaza dimitir, en medio de nuevas protestas masivas en las calles

Miles de personas salieron ayer nuevamente a las calles del centro de Sofía para exigir la dimisión del Gobierno conservador populista búlgaro, acusado de corrupción, aunque éste ha dejado claro que no piensa hacer tal cosa. La ola de protestas contra el ejecutivo del primer ministro, Boiko Borisov, dura ya 12 días y comenzó tras un polémico registro en las oficinas del presidente búlgaro, Rumen Radev. Los manifestantes piden la dimisión del Gobierno y también del fiscal general, Ivan Geshev, acusados de servir los intereses de la mafia y la oligarquía local, y no a los ciudadanos.

Ayer también hubo concentraciones y marchas en varias grandes ciudades en el país balcánico. donde miles gritaron «Mafia» y «Dimisión». informaron las televisiones locales.

Varios integrantes del gobierno, como el ministro de Finanzas, Vladislav Goranov, descartaron tajantemente que el Gobierno vaya dimitir por las protestas.«No veo ninguna razón de retirarme 10 días tras sentir la satisfacción de realizar un proyecto muy exitoso para Bulgaria, la integración a la Unión Bancaria y el acercamiento a la zona de euro», dijo Goranov, en referencia a la entrada del país en el mecanismo ERM II, el último paso antes de entrar en la zona euro.Mientras, en el Parlamento de Sofía comenzó hoy el debate previo a una moción de censura presentada por el Partido Socialista, el mayor de la oposición, por considerar que Borisov y su gabinete han fracasado a la hora de luchar con eficacia contra la corrupción.

Tras dos horas de debates los diputados decidieron votar la moción hoy martes, en una sesión extraordinaria del Parlamento. No se espera que la moción -la quinta que afronta desde 2017 el Ejecutivo- pueda prosperar.