Diario de León

El acuerdo, de diez puntos, no recoge, según Blix, «cuestiones esenciales» como el ántrax y los misiles

Irak se compromete a cooperar más estrechamente con los inspectores

El hostigamiento permanente de EE.UU. y el Reino Unido y la presión de los países árabes, que no desean en absoluto una guerra, parecen haber

El inspector Hans Blix, a la derecha con las manos levantadas, durante la rueda de prensa en Bagdad

El inspector Hans Blix, a la derecha con las manos levantadas, durante la rueda de prensa en Bagdad

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Rafael M. Mañueco Enviado especial de MOSCÚ.
León

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El compromiso de Bagdad de aumentar su nivel de colaboración con Naciones Unidas se plasmó en un acuerdo de diez puntos, cuya firma dio por terminada la actual visita de Blix y Al Baradai a la capital iraquí. El documento suscrito obliga al Gobierno iraquí a permitir el acceso a los especialistas de la ONU a todos los lugares considerados sospechosos, incluidos domicilios particulares, a animar a los científicos a aceptar encuentros con los inspectores y a ser más locuaces, a que Irak se dote de sus propios equipos para la búsqueda de armas prohibidas y a continuar las conversaciones a nivel técnico con la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) a fin de esclarecer, entre otras cosas, si los tubos de aluminio encontrados en Al Tuwaitha fueron o no utilizados para el enriquecimiento de uranio. El acuerdo zanja en cierta manera los dos incidentes que se produjeron el pasado jueves, cuando fueron hallados doce ojivas químicas en el arsenal de Ujaider y 3.000 páginas de documentos sobre la tecnología de enriquecimiento del uranio en la casa del físico nuclear iraquí, Faleh Hasán Hamza. Los tres interlocutores de Blix y Al Baradai en las negociaciones celebradas desde el domingo en Bagdad fueron Hossán Mohamed Amín, jefe de la Dirección Nacional de Supervisión, Amer Al Saadi, principal asesor militar de Sadam Husein, y el embajador iraquí ante la ONU, Mohamed Al Duri. Londres envía más soldados El ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, insistió ayer en que la guerra contra Irak «no es inevitable» pero anunció en la Cámara de los Comunes el envío de 26.000 soldados al Golfo Pérsico. «Este despliegue no está relacionado con una acción militar específica, pues semejante decisión ni es inminente ni inevitable», afirmó Hoon al anunciar una movilización de efectivos militares muy superior a los 14.000 soldados esperados. Este contingente, cuya llegada a la zona está prevista para mediados de febrero, está formado -entre otras fuerzas- por una brigada aérea de asalto y otra acorazada, las famosas «Ratas del Desierto», que ya lucharon en la guerra del Golfo (1991).

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