Más de 20 familias coyantinas ofrecen sus casas para acogida
Más de 20 familias de Valencia de Don Juan ya han respondido en apenas siete días a la llamada del Ayuntamiento ofreciendo sus casas para acoger refugiados ucranianos.
Los Padres Agustinos también se suman a la iniciativa cediendo su colegio, actualmente en desuso, que tiene capacidad para unas 270 personas. Incluso profesores del instituto se han ofrecido para impartir clases por la tarde a los niños que lo necesiten.
El Ayuntamiento de Valencia de Don Juan puso en marcha este 1 de marzo una iniciativa para crear una red de casas de acogida para refugiados ucranianos animando a los vecinos a ofrecer sus viviendas para este fin. Ayer, según confirmó el alcalde, Juan Pablo Regadera, ya eran unas 20 las familias que se han puesto en contacto con el consistorio para ofrecer sus viviendas. «Hasta hemos tenido propuestas de otras localidades, incluso de fuera de la mancomunidad, que acudieron al anuncio que hacíamos porque en sus zonas o municipios no se había lanzado nada similar», comentaba el regidor.
A la iniciativa también se han sumado los Padres Agustinos que han cedido su colegio, hoy en desuso pero en perfecto estado. El alcalde explica que contactó «con la orden en Madrid. Le planteo la iniciativa que acabamos de lanzar; les explico lo importante que sería poder contar con sus instalaciones, no solamente por el volumen de gente que pueden acoger, sino por disponer de aulas en las que los niños puedan seguir recibiendo formación». El colegio de los Agustinos de Valencia de Don Juan cuenta con todos los servicios. Fue internado hasta hace unos años. Dispone de habitaciones individuales, dormitorios colectivos, aulas, patios deportivos, amplio comedor y cocina, salas de juego, salones de actos y televisión, biblioteca, espacios de reunión…
«La respuesta de los Agustinos fue al día siguiente. Nos dijeron que ‘por supuesto’. Y además, no solo nos ofrecieron cedernos las instalaciones, sino también hacerse cargo del coste de la calefacción y la electricidad. Tiene capacidad para unas 270 personas. Y está para entrar a vivir. Repito mi más sincero agradecimiento», asegura Regadera.
El alcalde destacó el que la ciudad se haya volcado y «empatice» con la situación que vive el pueblo ucraniano.