Miami busca a 159 desaparecidos en el derrumbe y llora a 4 muertos
La tragedia sigue sin explicación sobre el porqué se desplomó parte de un edificio de 12 plantas
Montaña de hierro y escombros que se intenta retirar en busca de supervivientes. BOMBEROS DE MIAMI-DADE
La búsqueda de supervivientes del desplome parcial de un edificio residencial frente a la playa en Miami-Dade continuaba ayer, mientras las cifras de muertos y desaparecidos aumentaban a 4 y 159, respectivamente, en medio de la desesperación de cientos de personas por saber de los suyos.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y los jefes de la Policía, Freddy Ramírez, y de los Bomberos del condado, Ray Jadallah, se esforzaron por transmitir esperanza en que aun es posible hallar a personas con vida bajo la enorme pila de escombros formada tras la caída de un ala completa del edificio.
En Champlain Towers, al que los medios locales se refieren como «ground zero», el mismo término usado tras los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, se desarrollaba una intensa actividad con el objetivo de buscar a los que, más de 24 horas después de una tragedia todavía sin explicación, siguen desaparecidos.
La cifra de desaparecidos aumentó de 99 a 159 entre el jueves y el viernes, debido a que ahora se tiene una información más precisa sobre las personas que estaban dentro de Champlain Towers cuando a las 01.30 de la mañana (06.30 GMT) del jueves el ala noreste del edificio se vino abajo en cuestión de segundos.
Esa información proviene de familiares y amigos, quienes han acudido al centro de reunificación familiar habilitado cerca del edifico siniestrado con fotografías e incluso documentos de personas a las que echan en falta tras el derrumbe. Según los canales de televisión, se les está tomando muestras de ADN para facilitar la identificación en caso de ser hallados. Con el móvil en la mano para mostrar en la pantalla las fotos de sus seres queridos, esas personas hablan con los periodistas, cuentan historias de vida de los desaparecidos y ruegan para que aparezcan. Se empezó a retirar parte de los escombros con grúas y otra maquinaria pesada para la montaña de hierro y se trabaja con perros y aparatos de sónar.