Netanyahu busca su absolución en las urnas, tras salir reforzado de las primarias

La contundente victoria en las primarias de su partido, el Likud, han impulsado a Beyamin Netanyahu. El primer ministro israelí logró el respaldo del 72,5% de sus miembros, pese a estar imputado por corrupción y fraude, un resultado que parece haberle sacado de sus horas más bajas. El mandatario agradeció a sus simpatizantes la «inmensa victoria» y se mostró dispuesto a liderar al partido conservador en las elecciones legislativas del 3 de marzo.

«Ha llegado la hora de unirnos y de lograr una victoria clara para el Likud y para la derecha», expresó. En estos comicios, los terceros en menos de un año, no solo está en juego el poder del país. Netanyahu busca desesperadamente legitimarse en las urnas para mantener la inmunidad que le blindaría frente a los tres casos de corrupción por los que está imputado. Embriagado por la euforia tras su victoria, el líder israelí anunció que tiene un plan para que Estados Unidos reconozca la «soberanía» de su país en los asentamientos judíos de Cisjordania y valle del Jordán. «Fijaremos nuestras fronteras y lucharemos por el reconocimiento de Estados Unidos», prometió ante sus seguidores. También avanzó que intentará cerrar «un histórico pacto de defensa» con Washington.