Diario de León

Perú proclama como su nuevo presidente a Castillo al aceptar Fujimori su derrota

El nuevo presidente saluda desde el balcón presidencial. PAOLO AGUILAR

El nuevo presidente saluda desde el balcón presidencial. PAOLO AGUILAR

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La derechista Keiko Fujimori se quedó sin ‘balas’ en la noche del lunes (madrugada del martes en España) al perder el apoyo de los empresarios y los medios de comunicación. Por ello estuvo obligada a reconocer que no era la ganadora de las presidenciales de Perú. Su sinfín de apelaciones sin argumentos y denuncias de fraude e irregularidades sin pruebas que retrasaron seis semanas la proclamación de Pedro Castillo agotaron sin éxito todo el recorrido judicial y el Jurado Nacional Electoral proclamó este martes como jefe de Estado hasta 2026 a este maestro de una humilde escuela rural de los Andes y sindicalista de izquierdas.

La comunidad internacional saludó de inmediato al nuevo dirigente electo, como ya lo hicieron tras los comicios del pasado 6 de junio los observadores extranjeros que certificaron la limpieza del proceso. También lo celebraron con bailes tradicionales y cantos típicos los cientos de campesinos llegados a Lima desde diferentes provincias para «defender» la victoria de su candidato. Castillo, que tomará posesión del cargo el próximo 28 de julio, precisamente el mismo día en que Perú celebrará el bicentenario de su independencia, dirigirá a sus 51 años un país polarizado tras unos comicios virulentos y un escrutinio muy complicado. Obtuvo el 50,12% de los votos frente al 49,87% de Fujimori. Sólo 44.263 papeletas le han dado el triunfo.

Consciente de ello, el primer hombre que llega al poder sin pertenecer a la clase acomodada quizá deba renunciar a gran parte de un programa de cambio encaminado a que este territorio andino sea «más justo, más soberano, más digno y más humano». Por contra, tendrá que optar por una política destinada a perseguir «la más amplia unidad del pueblo», como reconoció al ser oficialmente designado. Previamente, cuando las urnas le dieron el triunfo no aceptado por Fujimori, ya se había visto obligado a aclarar que no era «chavista, ni comunista» y que tampoco pretendía «quitar sus propiedades a nadie, somos democráticos».

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