Un polizón llega a Ámsterdam vivo tras 8 horas en un tren de aterrizaje

En la rueda del avión no se viaja con placidez. La comodidad es lo de menos, incluso en un vuelo de largo recorrido. Las condiciones pueden ser mortales. En estos espacio no presurizados, la temperatura puede llegar a estar bajo cero, hay escaso oxígeno y baja presión atmosférica y el peligro de caer en algún momento, como el despegue o el aterrizaje es muy alto.

Al polizón, de 22 años y nacionalidad keniata, le encontraron cuando el avión, que procedía de Sudáfrica, aterrizó en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam. La noticia no era que alguien intentara colarse como fuera en un vuelo hacia Europa, sino que estaba vivo.

«El hombre está bien», confirmó la policía militar que custodia las fronteras holandesas. El pasajero ilegal se recuperó tan pronto pisó tierra e incluso respondió a las preguntas de sus rescatadores.